Juan Carlos Olave jugó 241 partidos en Belgrano. recibió 229 goles y seis expulsiones.
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Con mucho trabajo, pero, por sobre todo, con un perfil que nunca le permitió marearse con objetivos inalcanzables, el Pirata alcanzó un histórico ascenso frente a River, pero además gestó dos campañas inolvidables en Primera.
Quienes conducen institucionalmente a Belgrano consideran que gran parte de eso se debe a la transmisión de la mística celeste a cargo de los referentes. Por ello, Armando Pérez le confirmó a Mundo D que les ofrecerá a Juan Carlos Olave, Gastón Turus, Guillermo Farré, Esteban González y César Pereyra la extensión de sus contratos por 10 años más. Pérez quiere que los ídolos perduren en el club, y no sólo dentro de la cancha.
Olave, el jugador más determinante desde el regreso del Pirata a Primera, evitó referirse puntualmente a ese tema, aunque aludió al excepcional momento institucional. “Hace años que en Belgrano funcionan las tres patas, dirigentes-jugadores-cuerpo técnico. No es de ahora. No hay que olvidarse cuando estábamos últimos en la B Nacional, que por ahí se iba un técnico, venía otro y el club funcionaba. A nosotros nunca nos debieron un sueldo, aún cuando estábamos últimos. Además, tenemos la tranquilidad de que los empleados también están al día. Nadie lo dice, pero en Belgrano cobran primero los empleados y después los jugadores. Es una medida muy acertada”, sostuvo el arquero, de 36 años.
–Coinciden el buen momento deportivo y el institucional.
–Sí, pero no hay que mezclarlos. El orden institucional viene desde hace muchísimos años. Gracias a Dios estamos tratando de consolidarnos en Primera. Lo institucional es lo que le ha permitido a Belgrano crecer. Una buena campaña o un campeonato son momentáneos. Lo importante es que el club crezca y se mantenga en el tiempo para seguir alimentando ilusiones.
–¿Pero no creés que la gente mira sólo los resultados deportivos?
–Sí, pero eso es parte de nuestro fútbol. El hincha no se fija más allá de un resultado. La pantalla del club es el resultado del domingo. El hincha dice “tenemos un club ordenado pero no jugamos por nada”. Lo que hay que entender es que el resultado no es todo. Hay que ver todo, tener paciencia. Si crecés, a la larga te va a llevar a conseguir cosas. Los jugadores ven cómo se maneja Belgrano y no se quieren ir. Eso antes no pasaba. Hoy muchos quieren venir a Belgrano, y antes no quería venir nadie. Así podés retenerlos, que se identifiquen y que no se les vuelen tanto los pajaritos por irse a otro lado. Si los jugadores creen en el club, se puede formar algo, una identidad. Si te cambian 12 jugadores por año es muy difícil proyectar.
"Lo que hay que entender es que el resultado no es todo. Hay que ver todo, tener paciencia. Si crecés, a la larga te va a llevar a conseguir cosas".
–¿Y cuál es el futuro de Olave en Belgrano?
–No lo sé. Por ahora pienso en jugar y nada más. Uno se prepara para estar bien y darle lo mejor al club. El día que sienta que no puedo pelearla día a día... porque la realidad es que por mi edad uno va día a día tratando de esforzarse cada vez más. A veces tenés que parar un poco porque te pasás de rosca y uno no está para pasarse de rosca. Mi contrato es hasta junio de 2014.
–¿Cómo lo vivís con tantos chicos en el plantel?
–Y es diferente a mi época. Antes hasta las cosas se decían de otra manera. Había un respeto muy grande. A veces los que éramos chicos ni abríamos la boca dentro de un vestuario. Siempre acatábamos lo que decían los más grandes. Pero antes éramos cinco chicos en un plantel de 30 jugadores y hoy somos 10 grandes en un plantel de 30 chicos y eso hace que los chicos tengan mayor participación. Hay una brecha grande. Nosotros estábamos acostumbrados a una cosa y los chicos, a otra.
–¿Quedaron más cerca de lo que esperaban del título?
–Estuvimos cerca, más allá de que nunca nos cargamos esa mochila ni nos autopresionamos. Sabíamos que éramos un equipo igual que todos. El que podía sacar diferencias era Vélez y las sacó porque en la etapa final no falló. Nosotros no somos ni más ni menos que nadie. Vélez, Boca y hasta Independiente tienen jugadores que te pueden marcar diferencia. En la recta final Vélez no falló, aún sin ser del todo superior a sus rivales. Pero tuvo un montón de argumentos para ser campeón.
–¿Por qué quedaron “ahí”?
–Estuvimos cerca. Hubo partidos en los que asumimos el protagonismo y podríamos haber sumado algunos puntos más. Pero no lo supimos hacer. No es a modo de reproche. Por ahí la fortuna nos jugó una mala pasada. Creo que tenemos lo que merecemos. Servirá de aprendizaje, para motivarnos más y para creer en nosotros.
“Estuvimos cerca del campeonato aunque nunca nos cargamos esa mochila ni nos autopresionamos. Sabíamos que éramos un equipo igual que todos. Vélez ganó porque no falló en el final”.
–¿Cuáles fueron las claves?
–La identidad y el convencimiento de todos. Ese fue el mensaje del “Ruso”. En Belgrano hay cosas que no se negocian, como el sacrificio, el perfil bajo, la humildad y la lucha. Sabemos que cuando salimos a la cancha tenemos que dar el cien por ciento. Vamos por ese camino que nos trajo hasta acá.
Pirataobs
