Lucas en sus primeros dos goles en Primera, ante Banfield.
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Melano y su gol a River, en el Monumental.
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El pibe -16 años de pura flacura- abraza a dos de sus amigos en el Polideportivo. Se saca la remera que lleva puesta y se la da a Nicolás; después, se quita las alpargatas y se las entrega a Francisco: es la despedida. Se vuelve descalzo a su casa. Todos piensan que algo termina. Nadie sabe que todo está por iniciarse.
Lucas Melano tiene hoy 19 años. Juega en Belgrano desde los 16. El último miércoles anotó el 2-1 ante Independiente para el triunfo pirata y es una de las gratas apariciones de 2012 en el fútbol cordobés. Pero el presente está sustentado en años de sacrificio. Rodeado de gente que le explica a Día a Día porqué Melano es Lucas Melano.
“Dejó muchas cosas de lado. Los sábados jugaba en Independiente (de Hernando) y los domingos lo llevaba a jugar el baby fútbol a Villa María. Así tres años: se perdió de estar con los amigos, almuerzos con la familia, vivir cosas propias de su edad, pero siempre supo que quería jugar a la pelota”, cuenta Fernando Melano, su padre, quien aparte de criarlo, lo dirigió. Sí, pero es otra secuencia que aparecerá de imprevisto. Como su juego. Fernando fue camionero. Su voz serena denota kilómetros recorridos en la vida. “Cuando lo dirigí nunca le hablé como hijo, sino como jugador. Era uno más entre todos. Después del partido nos subíamos al auto y analizábamos de qué había hecho bien y mal. Él no me decía pá, me decía Pucho”, recuerda y hace una pausa: en el silencio se cuelan las imágenes en su memoria.
Hoy se cumple un año desde su debut en la Primera del Celeste. Fue el 30 de noviembre ante Sacachispas, por los 32avos de final de la Copa Argentina.
Después, llegó su bautismo por el campeonato ante Independiente, el 17 de marzo de 20012, por el Clausura. Hay vértigo en sus escenas, pausa en el crecimiento.
“Siempre fue muy tranquilo y nosotros (la familia) también. Pintaba bien de chiquito, pero siempre supimos que había que esperar el momento. En el fútbol infantil van demasiado rápido y no es bueno”, agrega el papá.
Kilómetros de fútbol. Aquel pibe también fue camionero a su manera. Recorrió las rutas detrás de la pelota. Jugó campeonatos en Cruz Alta, en Río Tercero, Monte Buey. Se forjó, recibió los primeros empujones y comenzó a ensayar el grito de gol.
Y si hay alguien que lo siguió cuando todavía era Luquitas, es Alberto Savary, periodista de FM 2000 de Hernando, compinche de Leandro Aldana, locutor de pura cepa. “Siempre se destacó en la categoría que jugaba. Tenía un plus, en cualquier momento podía definir el partido. Pero no sólo pintaba como gran jugador, fue buen compañero y amigo”, detalla el comunicador.
El año de Lucas Melano no sorprende a Alberto. “Sabíamos lo que podía dar. Los otros días ante Independiente lo demostró. Además, es muy maduro, su familia lo ha contenido bien y, lejos de regalarle cosas, sabe lo que es el sacrificio”, sostiene el periodista. Visto desde afuera, Lucas es un tipo desgarbado, tranquilo. El tema es adentro de la cancha: “Vos lo ves así medio pachorriento, pero cuando más exigente se pone el partido, él se enciende. Se agranda, sabe cuál el su momento”, lo define el padre-entrenador. Claudio Cavaglia -47 años- fue el DT de toda la vida en Independiente de Hernando.
“Lo tuve desde que arrancó. De chiquito ya metía las zancadas que ahora hace en velocidad. Siempre fue un tipo ganador, todos esperábamos lía de él era su gambeta en velocidad, sin perder la pelota”, describe y acerca: “Era el tipo heroico, que definía en las instancias más difíciles. No me sorprende verlo ahora haciéndole goles a River o Independiente”, confiesa aunque la voz se tritura: “Da orgullo verlo, uno como DT siente satisfacción. Nunca faltaba a una práctica aunque era medio pachorriento y yo le avisaba ‘mirá que en otro club te van a dar lindo, eh’, dice entre risas.
Y Lucas entendió con el tiempo las palabras de su guía. Por eso, cada vez que puede, retorna al pueblo. A los amigos de siempre. A la casa de siempre. A las canchitas de siempre. “El apoyo de la familia es fundamental, sin ellos se hace difícil. Hoy me toca disfrutar en Belgrano, pero debo seguir creciendo”, le dijo Melano ayer a Día a Día en el predio de Villa Esquiú.
Está feliz. No es para menos. Lleva 24 partidos en Belgrano y cuatro goles. Los dos primeros ante Banfield (por la 18ª fecha del Clausura 2012); luego a River, en la primera fecha del presente Inicial, y el miércoles último ante el Diablo.
“Uno siempre quiere jugar. Trabaja para eso y nunca entré en la desesperación pese a no marcar. Mis compañeros siempre me apoyaron y uno con los partidos aprende a moverse”, contó el delantero.
Anécdotas de película. Fernando, su padre, vuelve hacia atrás la cinta. Ríe. Cuenta. “Tenía 13 años y yo lo dirigía. La cuestión es que le había agarrado la onda de jugar a un sólo ritmo, siempre igual. Entonces le dije ‘cambiá el ritmo, sino no jugás. Lo dejé en el banco, se puso loco. Me le acerqué y le dije: ‘Si entrás y seguís haciéndote que jugás a uno sólo ritmo, te saco’. Al final, los pasó a todos por arriba”.
Cavaglia, su técnico histórico, recuerda otra. “Era revoltoso, de los más molestos en el grupo; le gustaba armar moco con otros y en un viaje lo metí a una habitación con un pibe muy tranquilo. A los días me dijo: ‘Me aburro, profe’. Tuvo tres días sin hablarme porque decía que me la agarraba con él”, recuerda el DT.
En la película no puede faltar ella. Su libreto es acotado, pero no por ello menos importante. Romina, la madre, habla poco, dice mucho. “Soy feliz porque hace lo que le gusta. Siempre lo acompañé pero me quedo con la parte humana de él. Nunca cambió, los otros días vino al pueblo y le regaló unos botines a uno de sus amigos”.
Hace tres años aquel pibe buscaba su gloria. Pero Vélez lo dejó sin pensión. Entonces otra vez tuvo que pegarse la vuelta. Empezar de nuevo. Buscar. Salvarse.
Armó el bolso, solito. Sin nadie cerca. Allá, en aquella ciudad donde Dios esta vez había decidido hacer paro por tiempo indeterminado. Se subió a un colectivo con el dolor atravesándole los ojos.
Pero no era otro final. Y llegó a Belgrano, la continuación de una película que le daría el rol protagónico que tanto había buscado.
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Cantá cuatro. Esa cantidad de goles lleva Melano en la Primera de Belgrano. Tiene 24 presencias.
El grito. En la 1ª fecha del Inicial le marcó a River. Fue triunfo 2-1 en el Monumental.
Debut en red. Ante Banfield, por el Clausura, marcó dos goles. Definición exquisita.
12. Los meses que pasaron de su debut (30-11-11) ante Sacachispas por 32vos de la Copa Argentina. Fue triunfo 3-0.
16. De Junio de 2012 fue la fecha que anotó y lo hizo en dos ocasiones frente a Banfield. Fue victoria en Alberdi 3-1.
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El más vendible
No hay dudas, del actual plantel, Lucas Melano figura entre los más codiciados por los clubes del exterior. Su rendimiento y la proyección del delantero invitan a ser una de las ventas futuras en el Pirata. Al respecto, el presi Armando Pérez habló con Día a Día. “Lucas es uno de los jugadores más vendibles que tenemos. Su rendimiento así lo demuestra pero no hay que apresurarse”, expresó el titular celeste.
Y agregó: “Melano jugará en Belgrano el Torneo Final (hasta junio) seguro. Todavía no aparecieron propuestas formales de ningún club ni nada serio ni concreto, dijo el directivo. Días atrás se informó que empresarios italianos y de otros países se llegaron a Argentina para verlo jugar.
Y Pérez lo confirmó: “Han venido de otros países, pero no sólo a verlo a él. En tanto, en Hernando hay cierta expectativa sobre una futura venta que dejaría al menos 100 mil pesos en Independiente de Hernando, club que tiene el derecho de formación.
¿Tigre “B”? Vuelven hoy, a las 9.30, de cara al choque ante Tigre, domingo a las 17 en Alberdi. Regresa Turus y el DT pondría a Rodríguez por Quiroga, expulsado. Anoche, el equipo de Victoria pasó a la final de la Sudamericana (igualó 1-1 con Millonarios). La final, con San Pablo. ¿Viene un muleto?
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Sueño de papá: “Sería hermoso verlo jugar en la selección mayor. Uno sueña con eso pero hay que estar tranquilos. Todo llega cuando tiene que llegar”.
Voz de madre: “Estoy agradecida a Belgrano que con los chicos trabaja diez puntos. Ellos lo contuvieron siempre y son muy profesionales”.
Alberto Savary, periodista de Hernando: “Es muy maduro y sabe lo que es el sacrificio. Además, es muy buena persona y tiene gestos muy buenos”.
Cavalgia, DT de Inferiores: “Siempre se notó que era distinto. Tenía otra velocidad y además, en las difíciles, se agrandaba”.
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"Lucas era volante central"
Todos conocen a Lucas Melano delantero con llegada al gol. Pero su entrenador de toda la infancia, Claudio Cavaglia, sacó a relucir varias características como jugador que hoy no se advierten en Belgrano.
“Arrancó jugando de cinco. Era volante, en las canchitas chicas los pasaba a todos, jugaba muy bien. Después pasó a jugar de volante por la derecha, tenía mucho ida y vuelta, pero además de eso, llegaba al gol con mucha facilidad. De hecho, durante varios años salía goleador del campeonato”.
Pero hay más: “Una de sus grandes virtudes fue la velocidad y la definición. No fallaba cuando entraba al área”.
A la hora de describir su personalidad, Cavaglia cuenta: “Siempre fue muy ganador. Desde que entraba a la cancha quería ganar, y si perdíamos, salía llorando. Siempre fue así, lo vivía con mucha intensidad”, recuerda el técnico.
Y agrega: “Cada tanto hablamos por teléfono, nunca se olvida de las raíces, eso es muy importante”.
