Picante Pereyra le pone el alma a cada pelota pero no logra encontrar su mejor versión.

Picante Pereyra le pone el alma a cada pelota pero no logra encontrar su mejor versión.

A los hinchas les dolerá bien adentro. Mucho. Porque el 1-1 ante San Martín, en San Juan, lo dejó con 27 puntos y, aunque tiene todavía chances matemáticas de pelear por el título, la ilusión anoche se escurrió de los dedos como las mejores historias: pero hay formas y formas de sentir angustia, bronca, tristeza. Pucha, Belgrano dejó todo lo que tenía en cancha.

Aquino con las rodillas molidas de tanto saltar. Velázquez transpirado de ir y volver, de buscar un socio para jugar. Pudo ser con Teté convertido en el Che Guevara gringo para presentar batalla. Y parecía que sí, que otra vez Belgrano iba a arruinar la fiesta sanjuanina pero no. Si hasta Lucas Melano lo tuvo con un cabezazo que el arquero Corti tapó fenomenal.

Cómo hacer para que no duela cuando fue digno. Cómo explicarle al hincha que viajó (los cerca de dos mil) sí puede dar fe de algo indiscutible: el equipo de Ricardo Zielinski agotó los recursos disponibles desde lo futbolístico y actitudinal.

Pero faltó. Poco, mucho, algo, ya no importa. La imagen de los futbolistas celestes en el final fue la fotografía perfecta de la noche: las manos cansadas en las caderas, las remeras transpiradas.

Después, faltó juego, definición, pero cuántas veces Belgrano había podido aún con todas las ausencias que pueda tener como equipo.

Números elocuentes. Belgrano disputó 16 partidos: ganó siete, empató seis y perdió sólo tres. Sí, se metió sin querer queriendo en la conversación grande. Y todavía sigue. Es cierto, contra Lanús debía dar el gran golpe y no. Anoche, también, pero nadie podrá reclamarle nada.

No se trata del conformismo barato. Se trata de reconocer la intención, el gesto sostenido de buscar por todos los laberintos posibles. Con una hinchada que jamás pidió locuras.

Pero cómo no ilusionarse si Belgrano ya demostró noches heroicas. Pudo haber sido otra. Pero esta vez la trama lo saludó desde lejos, y quedó molesto, tan parecido a un viento zonda que no se ve pero jode por todos lados.

San Juan le abrió los brazos. Allá yace el parque Ischigualasto, Patrimonio de la Humanidad, donde se conserva una reserva paleontológica.

Allá Belgrano dejó su propio Patrimonio: el del esfuerzo, la conducta y la búsqueda. Pero, a diferencia de aquellas formaciones geológicas, este equipo de Zielinski no lo podrá erosionar ningún resultado ni empate.

Quedará intocable, pese a no poder. Hoy, en la peatonal, todos hablarán de un nuevo Patrimonio. No hará falta viajar a ningún lugar. Los mejores sitios quedan en el corazón. Y Belgrano tiene uno grandote, capaz de perdurar con el paso de los años.

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¿Y el camino a la Copa?

Belgrano, con 27 puntos y el partido suspendido con Independiente, no tiene fácil el acceso a la Copa Libertadores 2013 a través de la tabla que suma los puntos del Clausura 2012 y este Inicial 2012. Al torneo ya están clasificados Arsenal (campeón del Clausura) y Tigre (el mejor argentino en la Sudamericana).

Si Belgrano no es campeón, debería terminar entre los dos primeros de la tabla anual, que está así: Vélez 65 puntos, Newell’s 62, Boca 60, Lanús 58, All Boys 54, Belgrano, Colón y Estudiantes 51.