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“Ni los vi ni los escuché”, explicó Aquino sobre la jugada. Es que el gol y el arco le embargaban los sentidos. Era el último esfuerzo después de un partido de esos que producen desgaste de todo tipo, porque se disputan desde antes por todo lo que se habla. Entonces, hay que entenderlo al paraguayo porque fue a pelear y a ganar entre los centrales de Argentinos, se los llevó a la rastra y, aún cayéndose, tuvo la lucidez de pisarla a lo crack. Era, tal vez, el gol del campeonato. Y más aún por cómo se dio el resultado en Rosario, por el empate del puntero Newell’s. Era quedar en la punta a cinco fechas del final.
Pero Ojeda le tapó el palo, el remate del paraguayo explotó en la humanidad del arquero y en el Gigante lo que hubo fue una implosión. Un grito ahogado. Era, quizá, el gol del campeonato.
“No me quedaba otra que pegarle y lastimosamente no entró. Me voy con bronca, perdimos dos puntos”, remarcó el delantero con la cadencia típica de su acento guaraní.
“Dijo que no se dio cuenta que veníamos de frente al arco. En el área no puede dudar. Estaba cuerpeando con los defensores a los que le había ganado la pelota y en un segundo tuvo que tomar una decisión y estuvo bien”, concedió Melano.
Adentro, no valió. Para que el fastidio del paraguayo fuera todavía mayor, a los 28 minutos del segundo tiempo le habían anulado un gol de cabeza por una posición adelantada, finita más allá de que el juez Francisco Noguera no dudó.
“Tendría que volver a ver la jugada y para eso están ustedes, los periodistas. Para mí yo estaba habilitado”, resaltó.
Por esto, y por un cabezazo que inexplicablemente se le fue muy desviado a los 44 minutos, tras recibir el centro en el corazón del área, iba a ser la revancha perfecta del paragua. Y se interpuso Ojeda. Al arquero de Argentinos le preguntaron: “¿Tapaste la pelota del partido?” Y respondió, señalando a Juan Carlos Olave que daba declaraciones unos metros más adelante: “Él también atajó todo lo que le tiraron”.
De todos modos, admitió que estuvo rápido en la reacción, como cuando cortó un ingreso franco del Coqui Velázquez, o cuando desvió un cabezazo de Teté junto al palo y quedó lesionado por el esfuerzo. “La más difícil, sin duda fue la última”, reconoció.
Sabor a poco. “En el segundo tiempo hicimos méritos para ganar. El primero fue de ellos, porque nos sacaron la pelota. Tienen jugadores de buen pie”, reconoció Víctor Aquino sobre la más que aceptable producción de Argentinos en el arranque del encuentro. “En los últimos partidos no daban dos pases seguidos”, certificó un colega que sigue la campaña del Bicho, que es dirigido por Carlos Mayor como DT interino)
Teté González coincidió con el análisis de Aquino. “Nuestro primer tiempo no fue bueno. Ellos cuentan con jugadores de buen pie, saben controlar el balón y además, nos perjudicó el viento en contra. En la segunda mitad mejoramos y estuvimos más cerca de ganar”, completó.
Esteban González: “Tomó una decisión como deben hacerlo los delanteros. Si entraba, todavía lo estaríamos festejando”.
Lucas Melano: “En un segundo tenés que tomar una decisión y a veces no es la correcta. La de Aquino fue patear y estuvo bien que lo haga”.
Goles.
Gol 1: El paragua Aquino tiene banca. Su primer gol se lo anotó a Boca, de puro guapo y arrastrando defensores. Sirvió para dar vuelta el resultado.
Gol 2. Ante el Atlético hizo el primero de la tarde, en lo que fue el segundo de su cosecha con la casaca celeste. Además, peinó la pelota en el gol de Velázquez.
