Quiroga hace natación dos veces por semana para despejarse del fútbol
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El último semestre, Ricardo Zielinski lo “colgó” por sus recurrentes expulsiones y su bajo nivel y estuvo a punto de irse de Belgrano. Sin embargo, se quedó a pelearla y hoy cosecha los frutos.
sta revancha tiene un sabor especial para “el Negro”. A los 16 años tuvo un paso por Alberdi pero, reclutado por Silvio Marzolini, terminó en Banfield. “En el ‘99 estuve en las inferiores, pero en ese entonces el club estaba mal. No había pensión, nada. Por eso me probé en Banfield y me fui”, recuerda.
De aquella partida llena de incertidumbre a este presente, que ante Racing tuvo su pico con el “Quiroooga, Quiroooga” del final. “Disfruto muchísimo todo esto. Sentir el aliento de la gente así no es algo que se viva todos los días. Hace ocho años que juego y es la primera vez que me pasa”, dice el jugador oriundo de Monte Buey antes de tirarse a la pileta en una academia cordobesa.
La natación –dos veces por semana– y la lectura son los pasatiempos preferidos para un jugador que califica a su profesión de solitaria. “A los 19 años me fui de la pensión de Banfield a un departamento y desde ahí que vivo solo. Tengo a mi novia y mi familia en Monte Buey. Esta profesión exige una vida ordenada y de mucho sacrificio”.
A los 19 años me fui de la pensión de Banfield a un departamento y desde ahí que vivo solo. Tengo a mi novia y mi familia en Monte Buey. Esta profesión exige una vida ordenada y de mucho sacrificio
Volver
Por un instante Quiroga vuelve al minuto 46 del primer tiempo ante Racing cuando cruzó la mitad de cancha, dominó la pelota y sacó un violento remate. De su tiro llegó el gol de Carranza. “Leímos bien el partido y llegamos bastante por el sector izquierdo, donde el volante por derecha de ellos no marcaba. Con Velázquez tuvimos varias veces para aparecer por sorpresa”, cuenta.
Cuando le tocó esperar su turno en el banco, acató la orden en silencio. Este año le demostró al técnico que podía ser titular. “A lo largo de mi carrera lo mío ha sido trabajar respetando a los técnicos. Cuando no jugaba apoyaba al resto. Eso también me abrió puertas para continuar. Si uno hace lo contrario es mucho más difícil”.
Zielinski y Olave lo elogiaron
Hablaron del Quiroga compañero, de su calidad humana. “Eso es muy gratificante. Creo que más allá de lo deportivo, uno tiene que dejar una buena imagen como persona. Eso no se enseña, viene con uno. Es tan importante como el reconocimiento de la gente”, señala Quiroga, el hombre que no quiere desaprovechar una segunda oportunidad.
