El momento cumbre. Juan Martín agarra la 1 de Olave. Tremendo.
| |
|
Parece difícil encontrar otro capítulo. Pero es tan distinta la vida de Juan Carlos Olave que parece que habrá más. Que esto no será todo. Anoche, volvió a ese Monumental en el que escribió una página mítica no sólo en su carrera, sino también en los libros del fútbol argentino con aquel penal atajado a Pavone en la Promo.
Y volvió para dejar asentado su nombre otra vez. Para que lo recuerden para siempre como ese arquero de pelo largo que se animaba a todo. Que iba de frente. Y que siempre dejaba la vida por sus compañeros. Y por el equipo de su vida: Belgrano.
Ayer, Juanca otra vez fue protagonista. Para que los hinchas de River lo vayan tomando como una verdadera pesadilla. Sí, porque el 1 de Belgrano, además de tener un muy buen partido, con atajadas importantes, fue participe clave en el desenlace de la historia.
Se terminaba todo. Y cuando el local tiraba centros para buscar el 2-2, Olave salió con vehemencia y chocó con Aguirre, que estaba de espaldas. Delfino sancionó penal. Y Juanca estuvo largos minutos tendido en el piso por el golpe, que le cortó el labio. Cuando se reincorporó discutió feo con el juez. Con quien ya venía mal, porque el 1 no sacaba con el pie porque arrastraba una contractura que no lo dejó jugar el clásico que tanto quería jugar contra Talleres.
Pero se paró y fue a atajar ese penal, en el minuto 46. Pero Funes Mori lo tiró a las nubes. Y el Juanca lo festejó como nunca. Loco. Allí vio la roja (ya que Delfino entendió que se lo dedicó a los jueces), le dio el buzo a Juan Martín y se fue en medio de un tumulto.
Fue un domingo 5 de agosto del 2012. El día en que hubo otra historia de Olave. Inolvidable.
.......................
Como San Martín
Fue justo en el minuto 47. Olave se iba expulsado e insultando a todo el mundo River y alguien el tironeaba el buzo de arquero con el 1 en la espalda. Y era justamente el número 41. Su compañero. El delantero Juan Eduardo Martín.
En una decisión que fue tomada por los jugadores de la B en ese momento caliente, el punta nacido en Leones que apenas tiene unos días como jugador de Belgrano, se hizo cargo de una responsabilidad enorme: ser el arquero de Belgrano en los seis minutos adicionales, ya que no quedaban cambios disponibles.
Sin dudarlo, se calzó el buzo gris, los guantes, y caminó despacito esos pasos que lo llevaron hasta uno de los arcos del Monumental de Núñez. Algo que no había sucedido nunca en su vida. Jamás le había pasado algo semejante. “Habíamos decidió que si salía Juan (por Olave) iba a ir Quiroga al arco, pero después decidimos no desarmar la defensa. Ahí me di cuenta que es grande el arco (risas)... Pero bueno, se dio la expulsión y me tocó ir a mí. La primer pelota fue la más difícil de todos, pero me sirvió para agarrar confianza. Es la primera vez que me pasa en la vida. Estoy feliz”, explicó Juan Martín, con una sonrisa tan grande como el arco en su rostro.
“La defensa estaba bien parada y sacrificamos un punta antes que un defensor. No queríamos perder el orden que teníamos atrás y por suerte salió todo bien y logramos sostener el resultado. Fue muy importante”, agregó el ex Defensa y Justicia, de 30 años. Martín ayer fue San Martín.
