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Chiqui Pérez: Fue una locura lo que me pasó

Día a Día | 26/03/2012


“Hay que salvar a Belgrano lo antes posible”
“Hay que salvar a Belgrano lo antes posible”
Fue como Dos Caras. Sí, como el personaje de Batman. Ese que tira la moneda para decidir si hará el bien o el mal. Y que puede disparar para cualquier lado. Fue el ángel y el demonio reunidos en un solo ser. El más insultado (para decirlo en términos livianos), pero también el más alabado por todos el sábado en el Gigante, donde Belgrano rescató un punto igualando 1-1 agónicamente ante San Martín de San Juan.

Todo eso fue Claudio Pérez en Alberdi. Porque el Chiqui realmente vivió 90 minutos increíbles ante los sanjuaninos. Intercalando las de arena con las de cal, en cuestión de minutos. Cometiendo un macanón en el penal que puso arriba a la visita y teniendo “lo que hay que tener” para tomar la pelota y embocar con una definición exquisita el que tuvo a favor el Pirata para igualar en el último suspiro.

Pero esa bipolaridad futbolística que mostró el defensor en este duelo, no es un rasgo que lo caracterice. Todo lo contrario. El grandote de 1,87 metro que llegó a inicios de 2011 a la B solicitado por Zielinski para solucionar los problemas aéreos del equipo (vaya si lo hizo), tiene ese don de ser exactamente el mismo dentro y afuera de la cancha. De no guardarse nada e ir al frente. Y así lo demostró dialogando con Día a Día.

“Fue una locura lo que me pasó. En el penal de ellos me agarraron de atrás (lo hizo Marcelo Carrusca), pero bueno, no lo tengo que cobrar yo, lo tiene que cobrar el referí. Fue una boludés que hice en ese momento. Son cosas que uno tiene que seguir aprendiendo. A veces hay que pensar antes de actuar”, reconoció el oriundo de José C. Paz, Buenos Aires.

Luego llegaría lo sabido, la revancha para el Chiqui. La posibilidad de pasarle la goma al error cometido para escribir la historia del empate. Ese instante en donde pudo enmendar su yerro o quedar como el malo de la película. Y del que salió airoso acomodando la bocha al palo izquierdo del arquero, con una definición “inusual” para un jugador de su puesto. “Eso es lo lindo del fútbol. La adrenalina que te corre adentro de la cancha en momentos así. La gente que juega sabe cómo se vive cada partido. Las sensaciones que te corren cuando tenés la chance de tomarte revancha. Gracias a Dios lo pude resolver de la mejor manera. La pelota entró y lo empatamos”, afirmó el zaguero de 26 años.

¿A quién le dedicó el festejo? A su hija Jazmín, quien estaba en la cancha, pero justo se había quedado dormida al momento del gol. “Ahora se lo vamos a mostrar por la tele. Tenemos un tema que siempre bailamos juntos si pasa algo lindo, así que me debe el bailecito”, expresó Pérez, quien tiene tatuado el nombre de su hija en el brazo derecho. Al mismo tiempo, el Chiqui aclaró que no le robó el penal a nadie, ya que, cuando no está en cancha el Hacha Mansanelli, él es el encargado de ejecutarlos. “Siempre rompo para patearlos y en éste tenía la necesidad de hacerlo para reivindicarme. Por suerte pude acertar”, explicó.

“Lamentablemente me destaqué en este partido por cosas malas y buenas. Ojalá que de ahora en adelante uno pueda aportar solamente cosas buenas para el bien del equipo”, agregó Claudio, quien anotó ante San Martín su tercer gol en el Celeste (antes le había convertido al propio Verdinegro en San Juan y por el torneo Apertura y a Tiro Federal de Rosario, también de penal, por la Primera B Nacional).

Calentura con Pompei. No le pegó a una el árbitro del partido del sábado. Expulsó mal a Ribair en el inicio del ST, anuló erróneamente el gol de Penco para los sanjuaninos, ignoró la infracción de Carrusca sobre Pérez en el penal que le dio a los cuyanos y le dio uno inexistente al Pirata sobre el final (se tiró Marco Pérez). Por eso, el ex Tigre se mostró fastidioso con el juez. “Jamás nos excusamos en los arbitrajes, pero hace tres partidos vienen fallando en contra nuestra. Este árbitro nos cobró en contra casi toda la noche y me parece que al final tenía la necesidad de cobrar a favor nuestro. Hay que decir la verdad”, manifestó el zaguero.

Luego, sobre el nivel de juego del Celeste, sostuvo: “Creo que tuvimos las mejores chances para ganarlo en el primer tiempo y que, en el segundo, nos condicionó la roja a Ribair. Lo importante es que recuperamos la solidez defensiva y a un jugador muy importante como el Picante (Pereyra) arriba. Es un rompebolas tremendo para las defensas rivales. Corre mucho y eso nos contagia a todos”.

Finalmente, el defensor que ya suma 41 encuentros en el Pirata, valoró el punto sumado: “Lo positivo es que no se perdió. Veníamos de una racha de dos derrotas seguidas después de un año y medio y no estamos acostumbrados a eso. Era importante salir de ese momento y lo hicimos. La realidad es que hay un poco de ansiedad por lograr la meta y que cada punto ganado sirve. Queremos salvar a Belgrano lo antes posible”.

El Chiqui vivió una noche alocada el sábado. Pero los locos siempre dicen la verdad. Y la suya está clara: dejar la piel para que la B se quede en la 1ª A.

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