"Belgrano" y "final" serán palabras cercanas y comunes en esta temporada de la Superliga. Y, en ese camino, a la primera final con San Martín de San Juan le cayó un cero grandote.

30 mil personas terminaron aplaudiendo la entrega de un equipo al que le faltó un acierto para quedarse con los tres puntos. 

En el prinmer tiempo, el equipo de Lucas Bernardi dominó en posesión y cruzó golpe por golpe. Y se quedó encerrado en ocho fuera de juego. Sí, ocho.

En el segundo, Belgrano casi no llegó al arco de Ardente. El casi fue el palazo que castigó al zurdazo de Balboa, que tenía detino de red.

Rigamonti, por su lado, tapó lo que tenía que tapar (no es poco, es una virtud) y la idea de que fue de lo mejor de Belgrano se instaló en los que se fueron del estadio pensando en lo que viene: visitar a River.

También se destacaron Juan Brunetta y Sebastián Olivarez, en un Belgrano luchador, pero con mucho por corregir en la lucha por los promedios. 

La lucha de Belgrano recién empieza. Punto a punto será. Sin sobrale nada hasta el final de esta temporada. Belgrano nació para luchar. No lo dejará de hacer ahora.

Lo que viene

• Belgrano volverá a jugar el sábado a las 20, cuando visite a River, que es este domingo debuta ante Huracán (a las 20 en Parque Patricios). 
• San Martín, por su parte, será local de Patronato el domingo 19, a las 11.