La impresión es que Guevgeozian llegó para jugar. Dejó Newell’s con la aspiración de sumar los minutos en cancha que no tuvo en Rosario y poder recuperar el potencial goleador que mostró en todos los otros clubes por los que pasó en Uruguay, Colombia, Perú y nuestro país. Con él en cancha, Belgrano suma un “guerrero”.

Es de esos “9” que no dan ninguna por perdida y que, a falta de cualidades técnicas, derrochan despliegue y potencia. Su romance con el gol tiene más que ver con esa búsqueda incansable que con el puro olfato que distingue a otros jugadores de área. De muy buen juego aéreo, se impone por contextura más que por habilidad.

Eso sí: es un delantero que necesita que lo asistan con precisión, por lo que deberá jugar con Matías Suárez en la corta distancia y ser abastecido por los extremos con buenos centros. Belgrano no tenía en su plantel un jugador de estas características que, a modo referencial, remiten al histórico goleador pirata: Luis Fabián Artime. No se trata de comparar a un ídolo con un futbolista que recién se incorpora, pero vale a analogía en cuanto a las formas y el camino elegido para llegar al gol.

Epifanio, la alternativa

Confirmada la salida de Figueroa, la continuidad de Epifanio García parece un hecho. El paraguayo merece otra oportunidad teniendo en cuenta que, pese a que no tuvo continuidad, demostró que tiene el arco entre ceja y ceja. Sus goles ante San Martín de San Juan y Argentinos Juniors, en la segunda y tercera fecha, respectivamente, son una muestra de su potencial.

No tiene la potencia ni el porte de Guevgeozian, pero sí más dinámica y velocidad. En lo que se parece al uruguayo es en el esfuerzo para buscar la pelota y en esa condición vital para cualquier goleador: ser expeditivo, definir sin vueltas.

Su sentido de ubicación en el área es otra virtud que supo explotar, especialmente cuando compartió minutos con Figueroa: le resulta cómodo aprovechar los espacios que surgen cuando otro delantero de lleva las marcas.

De modo que no habría que descartar que, eventualmente, pueda jugar junto a Guevgeozian. Si las lesiones le dan la chance, es probable que Epifanio vuelva a sorprender, como al comienzo de la Superliga. 

Suárez de “9”, con más fútbol

Van a pasar las fechas, los torneos y los años y la discusión sobre cuál es el puesto en el que mejor rinde Suárez seguirá estando. Está claro que, con Guevgeozian o García en cancha, Matías será un media punta, un delantero asistidor o un enganche, dependiendo de las circunstancias.

Pero, ocasionalmente, puede que Pablo Lavallén elija fortalecer el circuito de juego y la tenencia, adelantando a Suárez a la posición de “9” para permitir el ingreso, por ejemplo, de Juan Francisco Brunetta como armador de juego.

Está claro que a Suárez hay que buscarlo por abajo y que sus virtudes para llegar al gol son tan amplias como su capacidad de arrastrar marcas y liberar espacios para que otro convierta.

Por su habilidad, con un movimiento puede desarticular defensas. Es el jugador distinto que Belgrano seguirá teniendo, pese al interés de Independiente por sus servicios.

EPIFANIO GARCÍA

• El paraguayo de Sapucai (así se llama su pueblo natal) tiene 25 años y, antes de llegar a Belgrano, pasó por Cerro Porteño y Guaraní de su país, equipos con los que consiguió tres títulos de liga.
• También registra un paso auspicioso por Fulgencio Yegros de Ñemby, de la segunda división.
• Llegó al Pirata, a préstamo por un año, por recomendación de Daniel Garnero, que fue su DT en Guaraní.

MAURO GEVGEOZIAN

• Es uruguayo, de origen y nacionalidad armenia.
• Fue convocado en cuatro ocasiones, y jugó en dos, para esa selección euroasiática.
• Se inició en Fénix de Uruguay y, luego de pasar por Cerrito y Peñarol, recorrió el mundo: Pyunik (Armenia), Everton (Chile), Libertad (Paraguay), Alianza Lima (Perú), Bucarmanga (Colombia), Temperley y Newell’s.
• Sus números son para destacar: 112 goles en 260 partidos.

MATÍAS SUÁREZ

• El jugador diferente que tiene Belgrano es producto de la cantera del fútbol cordobés: primero Unión San Vicente y, luego, el Pirata.
• Entre 2008 y 2016, fue la gran figura del Anderlecht de Bélgica, equipo con el que consiguió ocho títulos y algunas distinciones personales, como el botín de oro en 2011 y el reconocimiento como mejor jugador dela Liga Belga, en 2012.
• Tiene 29 años y lo quiso Independiente, pero se queda.