La mesa oval de la sala de reuniones en la sede de Belgrano es el lugar elegido para la charla entre Jorge Franceschi, presidente de la “B”, y Mundo D.

Un ordenador personal de frente al directivo, un par de frutas y una botella de agua van completando el paisaje. Distendido y sabiendo que el final de 2017 se dio de la mejor manera en lo deportivo, el directivo asegura: “Cerramos una año en lo deportivo como lo habíamos imaginado en el inicio de la temporada, con protagonismo, estando entre los 10 primeros y con el porcentaje de puntos que se adecua a lo pensado”.

–¿El inicio de gestión fue más complicado que lo pensado?

–Pasa que arrancamos con desafíos muy grandes, fijate que empezamos sin público, después tuvimos que hacer todo para llegar al arranque de la Superliga con la tribuna terminada y debimos consolidar acuerdos económicos que nos dieran una ayuda a futuro. Por eso es muy positivo todo lo que hicimos...

–¿El recambio se da en todos los ámbitos del club?

–Claro. Se dio en el plantel superior y también en la directiva. Por eso debimos amalgamar los que llegaron con los que estaban y creo que se consiguió.

–Y en este cambio, ¿cómo encaja Pérez en la renovación?

–Armando Pérez encaja desde un inicio siempre. La renovación es desde lo que son nuevas metas en base a algunos nombres, pero no lo es en lo conceptual. Porque aquí los conceptos se pusieron en marcha cuando Pérez llegó al club: estar equilibrados en lo financiero, sin delirios, dispuesto a dotar de infraestructura que no se tenía y un ejemplo es el predio. Todo lo que estamos haciendo se hace bajo la atenta mirada de Armando y el consejo de él. En este país estamos acostumbrados a que las gestiones que llegan destruyen todo lo que se había realizado antes y eso en Belgrano no va suceder, porque la mayoría de los que estamos desde hace tiempo somos del “riñón” de Pérez y los que se han sumado saben que se va seguir esa línea.

–Sos un hombre de transición.

–Creo que sí. Nosotros estamos convencidos de eso, cuando Pérez esté dispuesto para volver, vamos a trabajar para que así sea.

–¿Es difícil ser dirigente?

–En este país es muy difícil. Porque la gente, con justa razón, no cree en los dirigentes de ninguna índole, porque todos le han dado muchas razones para que así sea. Por eso cuando se adopta una determinación, lo primero que pasa es que se enojan, después pueden entender. Por eso hay que tener un trabajo de apertura y permitir que nueva gente venga se sume y colabore.

–¿Cómo afecta la denuncia sobre la venta de Rigoni?

–No me afecta desde lo personal o lo afectivo, pero entiendo que es algo serio y responderemos en la Justicia. Una vez que tengamos los resultados, allí nosotros tomaremos determinaciones.

–La oposición es positiva…

–Están, desde el acto eleccionario hasta el presente se han mostrado. Y es muy bueno que la vida política del club se vea reflejada porque eso marca que hay participación del socio. En las últimas elecciones votó casi el 50 por ciento del padrón y lo que se había plebiscitado era una gestión de 12 años, no otra cosa.

–¿Habrá obras en 2018?

–No sé si en 2018, pero dentro de esta gestión sí se harán en el Gigante y tal vez algunas en el predio. Necesitamos que las áreas del club tengan su lugar y que nuestra casa luzca más linda.