Entre las urgencias de Belgrano y la necesidad de Gimnasia daba comienzo un partido que al principio prometía más de lo que se vio, sobre todo el primer tiempo que fue realmnete horroroso. Belgrano tenía que aprovechar su localía y ganarle al Lobo platense para por lo menos volver a creer.

El primer tiempo fue olvidable, porque Belgrano no llegó a imponer autoridad nunca, porque fue impreciso, inconexo. Por momentos ninguno dejó caer una sola idea y tal vez fue la visita el que encontró más espacios y podría haber generado algo más, pero no pateó una sola vez al arco y así se hacía difícil. Belgrano, peor. No generó casi nada de juego, salvo esos minutos finales que con dos tiros libres el celeste asustó a los defensas del tripero. Una clara fue con el centro que sacó Álvarez bien pasado que obligó a Lema a sacrificarse para cabecear para atrás y Bolatti desaprovechó el regalo con un remate totalmente desviado. La más clara fue la de Bieler que capitalizó un centro y se la tocó por arriba a Bologna que sólo vio como el travesaño le salvaba la caía de su arco. Con tan poco moría la primera parte y pintaba para empate clavado.

Pero la segunda parte debía cambiar. Belgrano no estaba bien y eso la gente lo entendió, por eso resurgió el aliento de la Primera Barra levantando todo el estadio, empujando a su equipo. Y vaya si lo entenderían los jugadores. Desde el arranque Zielinski mandó a la cancha a Gastón Álvarez Suárez para tener más juego en el medio y generar jugadas con pelota dominada. También ensayó el ingreso de Márquez por Pereyra, y ese cambio será el más aplaudido. Inmediatamente el “Cuqui” se puso el equipo al hombro y todo Belgrano cambió. Con el corazón en la mano punzaba a Gimnasia y llegarían las alegrías celestes. A los 17’ Bieler cabecea en el área para un costado sobrando al central tripero y la pelota le quedó a Márquez para vulnerar a Bologna que nada pudo hacer. Entró, la buscó y la metió. Ese era el “Cuqui” de la gente. De allí el partido tomó otro color porque Belgrano se tranquilizó y no se metió tan atrás como en otras oportunidades. La visita, dolida, también tuvo lo suyo e intentó llegar rápido al empate, aunque recién tuvo la más clara en media hora de la etapa, donde Olave magistralmente le tapó un remate de gol a Meza. A pocos minutos, Sebastián Luna tomó una pelota fuera del área y sacó un zapatazo tremendo que rebotó en el travesaño ahogándole el segundo gol. Pero unos minutos más tarde, a los 37’, llegó la contra pirata que protagonizó Márquez, quien con un pase filtrado, dejó a Velázquez mano a mano con Bologna y el santafesino definió con categoría poniendo las cosas 2 a 0. Sólo por ese tramo de juego, el marcador hacia justicia. Era el premio a quien se animó en serio y con lo que tenía ganaba el partido. Ese era Belgrano. Se moría el partido pero habría tiempo para más. A los 43’ con Gimnasia entregado al todo o nada, llegó otra jugada de ataque para Belgrano, rebote en el área cuyo balón es tomado por Bolatti en el vértice derecho, levantó la cabeza y tocó suave al medio para que Etevenaux ponga el tercer gol con un remate tremendo al ángulo derecho de Bologna. Verdadero golazo y desahogo del “Polaco” que lo festejó a más no poder. Lunati no adicionó ni medio segundo y marcó el final de un partido que se jugó en un solo tiempo. Belgrano ganó y respira, pero sigue sin gustar. Aunque como venía la mano, era ganar por la camiseta. Y lo ganó.

BELGRANO 3: Juan Olave; Esteban Espíndola López, Cristian Lema, José Rojas y Federico Álvarez; Sebastián Luna, Mario Bolatti, Esteban Farré y Jorge Velázquez; César Pereyra y Claudio Bieler. En el banco, esperarán su oportunidad: Heredia, Barrios, Alanís, Etevenaux, Álvarez Suárez, Márquez y Óbolo.

GIMNASIA LP 0: Enrique Bologna; Facundo Oreja, Maximiliano Coronel, Oliver Benítez y Kevin Ceceri; Maximiliano Meza, Fabián Rinaudo, Lorenzo Faravelli y Matías Noble; Facundo Castillón y Walter Bou. DT: Gustavo Alfaro.

Cambios: ST: Álvarez Suárez por Espíndola López (B), Rasic por Castillón (G), Márquez por Pereyra (B), Etevenaux por Bielern (B), Fernández por Ceceri (G), Contín por Bou (G).

Amarillas: ST Rinaudo (G), 

Árbitro: Pablo Lunati (Muy Bien)

Estadio: Mario Alberto Kempes.

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