Cuando el plantel de Belgrano llegue hoy a Necochea, lugar donde viene cumpliendo sus pretemporadas desde enero de 2011, el técnico Ricardo Zielinski se sumará a la delegación y comenzará a trabajar para delinear el equipo que jugará el torneo de Primera desde el 7 de febrero próximo, cuando visite a Independiente en Avellaneda en el inicio de la Zona 1.

Desde Mar del Plata, el Ruso analizó lo que se viene para él y su equipo: “Otra vez estaremos en Necochea, que nos brinda mucha comodidad. Pero, por sobre todo, espero que las cosas nos salgan bien como el año pasado”.

A punto de cumplir 200 partidos al frente del equipo celeste, siendo el técnico con mayor permanencia en su cargo en la máxima categoría de la actualidad, Zielinski asegura: “Arrancamos el año pensando en mejorar lo que se hizo el año anterior. Y a pesar que en 2015 se hicieron cosas importantes como terminar entre los seis, pelear por una clasificación a la Libertadores y lograr nuevamente un lugar en la Sudamericana, tenemos la obligación de reinventarnos y crecer, porque es lo que el club necesita y nosotros estamos para dar nuestro aporte”.

–Con dos refuerzos: un punta y un defensor, ¿se da por hecho?

–La política del club ha sido desde hace un tiempo traer poco y potenciar lo nuestro. Vino un delantero, el central está muy cerca e iremos viendo si es necesario incorporar algo en algún otro sector.

–Habrá una puja importante por la titularidad en puestos como el arco, con la vuelta de Rigamonti, en ataque con Pereyra y Bieler sumados a Márquez y Obolo...

–Bueno, lo de Rigamonti lo veremos porque, si tiene la posibilidad, buscará otro equipo. En los otros sectores será buena la competencia. Pero vamos a ver las necesidades que tengamos y, una vez analizadas éstas, también se verá si hay canches de traer otro jugador más.

–En un mercado desparejo a la hora de gastar para contratar, ¿se puede decir que la ventaja de Belgrano es sostener su base?

–Pero mirá que nos hemos desprendido de nuestro mejor jugador: Zelarayán; y se puede ir Rigoni. Es decir que vamos a tener que trabajar bastante para ver cómo hacemos un equipo ordenado y equilibrado. Hay que reacomodarse y ver como están los jugadores.

–¿Apuesta a los juveniles?

–Seguimos el camino que nos trazamos con los otros chicos como “el Chinito”, Rigoni, Saravia, Álvarez, Parodi y otros. Le damos la posibilidad de muy chicos de ir viendo cómo es Belgrano y que los grandes les inculquen el espíritu de pertenencia. Después dependerá de ellos que nos hagan ver que han evolucionado y que podemos contarlos. Porque más allá de lo que que querríamos, el jugador tiene un tiempo y debemos respetarlo.

–¿Te agarraste la cabeza cuando te dieron los rivales de la zona?

–No, la verdad es que no hemos tenido fortuna en los inicios de campeonato, pero no tiene sentido quejarse. Hay que prepararse bien para hacer el mejor papel que podamos y buscar un buen arranque, porque en los torneos cortos es clave.

–¿Cómo reemplazará a Zelarayán?

–El talento es algo que no abunda y en él lo teníamos. Eso no se puede reemplazar. Habrá que ver qué traemos y buscar alternativas en otros muchachos. Después, trabajaremos para tener un equipo que desnivele de mitad de cancha hacia arriba.

–¿Cómo será el Belgrano 2016?

–Vamos a intentar reafirmar la idea de jugar el balón contra el piso, jamás le diremos a un jugador que no tire un caño o que no haga una gambeta. Pero todo depende de lo que traigamos, porque uno debe adaptarse a lo que los jugadores pueden dar. No es cuestión de pensar que con cualquier jugador se puede hacer cualquier cosa.

–Entenderlos es la clave...

–Si los jugadores no se sienten cómodos es difícil que puedan interpretar lo que se busca. Entonces hay que saber que pueden dar porque así rinden mucho más.

–No hay “verso”, no se puede leer a Guardiola y querer que el equipo juegue como el Barcelona...

-Claro, son mensajes que le hacen mal al fútbol. Pensar que cualquier jugador puede jugar como Messi es una locura. El entrenador debe adaptarse a sus jugadores, no hay otra. A veces algunos discursos son para los oídos, porque todos queremos jugar bien, pero después cuando es por los puntos, buscamos que nos interpreten, con las obligaciones y las libertades que se le dan.

–Sinceridad por sobre todo.

–Obvio, lo que le pido a un futbolista debe ser interpretado y ejecutado por él. Tengo que saber qué puede hacer en cancha y pedírselo. Quiero decir que no puedo mostrarle un video de Messi o Iniesta y decirle que lo haga, porque será difícil que lo desarrolle.

–¿Cuál es el objetivo este año?

–El mismo de siempre, es estar bien alto, pelear entre los primeros de la zona, ser dignos y respetados.

–Respetados por su juego y como club...

–Por sobre todo en lo institucional, en los últimos 10 años Belgrano demostró lo que viene creciendo y la seriedad con la que se trabaja.

–¿Se entusiasma como en la primera pretemporada con la “B”?

–Así es. Uno debe saber salir rápido de las buenas y de las malas... Hay que reinventarse para seguir adelante. Nosotros, los jugadores y los dirigentes debemos saber que cada año es un nuevo desafío.

–Sabía que está a dos partidos de los 200 como DT de Belgrano...

–La verdad no le doy bolilla a esas cosas. Lo más importante es la coherencia en la que hemos trabajado junto a los dirigentes, sabiendo superar los inconvenientes que se presentan todos los días.

–¿Qué siente cuándo ve emigrar un juvenil promovido a primera?

–Siento la satisfacción de saber que hemos trabajado para mejorar y que el esfuerzo de ellos se ve recompensado. Es la tarea del entrenador potenciar a los jugadores y que estos se den cuenta de lo que son capaces de hacer.

–Además sirve para motivar a los que se quedan...

–Siempre es nuestro mensaje, las cosas se logran con esfuerzo y trabajo, no hablando y quejándose. Esto es posible y todos tienen la posibilidad de mejorar en forma individual y si eso se comparte con el equipo mejor.