Cuando los partidos se presentan parejos desde la previa, se sabe que cada equipo cuidará a no equivocarse porque de hacerlo se pagará caro. Arrancó el juego con piratas y pincharratas respetándose, pero buscando ese espacio que les permitiera generar, jugar, circular la pelota y lastimar. El primero que se equivocó fue Estudiantes, que le dio la banda derecha a Belgrano para que entre Zelarayán y Rigoni aprovecharan cada centímetro cedido, una jugada bien pensada, para que Rigoni saque un centro bajo y al medio del área que no logró conectar Márquez pero si Velázquez, que la rozó para mandarla al fondo de la red. Delirio en las tribunas y no era para menos.

Sin embargo, ese gol aliviaba pero no tranquilizaba, porque el rival que vino a buscar un triunfo no se quedaría acusando golpes. Y Belgrano, por esas cosas que tuvo en este torneo, no aprovechó para controlar y buscar más. Entonces también se equivocó, cedió terreno y Estudiantes llegó al empate diez minutos más tarde. Jugada por derecha, Rigoni que perdía la marca, centro al medio y Damonte solitario, la mandó al fondo de la red.

De ahí en más, un rato para cada uno. Muy peleado el juego al medio, intenciones aisladas y de las pocas generadas, fue Belgrano el protagonista con el "Cuqui" Márquez. Primero con un cabezazo apenas desviado y luego aprovechando un contragolpe, donde le quedó un pase de Rigoni en el área, remató pero se fue por arriba del travesaño.

En los minutos finales, ambos se prestaron la pelota, no hubo peligro, pero si mucha fricción, donde Echenique debió haber amonestado a jugadores de la visita.

El segundo tiempo arrancó con todo. Ocasiones de ambos lados y mucho empuje. Nuevamente fue Belgrano el que inclinaba la cancha para el campo rival. El partidazo que venía jugando Prediger junto con Farré hicieron que las jugadas nacieran desde el medio, y ellos llegaban también a la zona de ataque. Llegaría la jugada del segundo gol a los 16', tras un despeje desde el medio hacia el área grande que confundió a la defensa visitante. Primero no pudo bajarla Márquez, tampoco llegaba Rigoni, pero si Velázquez que definió de primera venciendo otra vez a Hilario Navarro.

Con el estadio de pie, alentando sin parar, Belgrano empezaba a hacerse del partido. Hubo momentos que parecía perder la tranquilidad, sobre todo cuando Estudiantes metió cambios para darle oxígeno a su equipo, pero no le alcanzaba. Lo que sería la jugada del empate para la visita, sólo sirvió para que Olave se luzca y salvara la segunda caída de su arco, cuando iban 30'.

Los quince finales fueron tremendos porque la visita seguía buscando y Belgrano se paraba para contragolpear, alternativa que le dio resultados, pero que no lograba concretar en el arco rival.

Final del partido y resultado más que justo. Porque fue Belgrano el que menos se equivocó y el que menos perdonó. Fue, buscó, encontró y lo ganó. Triunfazo festejado a los cuatro vientos porque practicamente se asegura jugar la Liguilla Pre Libertadores y porque en porcentaje, terminaría siendo el equipo cordobés de mejor participación en torneos de Primera División de AFA.

Síntesis

BELGRANO 2: Juan Carlos Olave; Esteban Espíndola López, Pier Barrios, Cristian Lema, Federico Alvarez; Emilio Rigoni, Guillermo Farré, Sebastián Prediger, Jorge Velázquez; Lucas Zelarayán; Fernando Márquez. Director técnico: Ricardo Zielinski.

ESTUDIANTES LP 1: Hilario Navarro; Leonardo Jara, Jonathan Schunke, Leandro Desábato, Alvaro Pereira; Israel Damonte, Gastón Gil Romero; Ezequiel Cerutti, Luciano Acosta, Sánchez Miño; Carlos Auzqui. Director técnico: Gabriel Milito.

Goles: en el primer tiempo, a los 8 minutos, Velázquez (B); a los 19, Damonte (E). En el segundo tiempo, a los 16 minutos, Velázquez (B).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 minutos, Gastón Fernández por Acosta (E); a los 20, Diego Mendoza por Gil Romero (E); a los 24, Mario Bolatti por Prediger (B); a los 28, Gabriel Seijas por Pereira (E); a los 32, César Mansanelli por Zelarayán (B) y, a los 40, Mauro Obolo por Velázquez (B).

Arbitro: Fernando Echenique (malo)

Estadio Mario Alberto Kempes.