¿Cuáles son los justificativos de la victoria de Belgrano? ¿Están en el hecho de que cuando las cosas no salen, apelar a la chance de alguna individualidad? ¿En el empuje de la gente? ¿En errores de protagonistas que ponen en riesgo a todos sus compañeros? ¿En sacar el amor propio de los considerados gladiadores, ídolos, promesas y figuras de este Belgrano en recuperación?

Todos son parte de la mezcolanza que surgió en el partido en que Belgrano termina ganándole a Defensa y Justicia, el equipo de Florencia Varela que mereció llevarse algo, pero que se encontró con un Belgrano místico, que defendió los tres puntos con alma corazón y vida.

Pálido y aburrido

Si desglosamos el partido, tenemos un primer tiempo prácticamente para el olvido desde la generación de juego. Belgrano fue inconexo, impreciso, pecador de pelotazos hacia arriba (o a cualquier parte), no lograba ensamblar ni sus intenciones de lastimar. Más bien se cuidó de un Defensa y Justicia que también careció de ideas claras. Por momentos no sabía si cuidar el cero o animarse a un Belgrano que daba espacios.

Sin embargo Belgrano tuvo una muy clara cuando logró panorama entre los volantes. Etheveneaux capitalizó un centro cruzado por derecha y ensayó un remate desde el vértice del área de volea que se fue apenas por encima del horizontal ante la mirada de Arias que nada podía hacer. Luego de eso no hubo absolutamente nada. Todo se hacía flojísimo desde donde se lo mirara. Óbolo se las bancó a todas, pero su trabajo sucio y sus bajadas de balón no encontraban compañeros. Parodi y Zelarayán no estuvieron conectados y Alanís tal vez ayudó más a Saravia en su bando cambiado que a funcionar como carrilero. La visita le pasaba exactamente lo mismo, cuando lograba pasar los tres cuarto de cancha no sabía terminar las jugadas y Olave casi ni tuvo intervenciones.

El grito sagrado

Cuando el primer tiempo cumplía su sentencia de muerte, y muchos no encontraban explicación a que Belgrano olvidara cosas básicas como tener y cuidar el balón, dar un pase a otro compañero, generar espacios y que la pelota pase por quienes mejor la tratan, apareció una jugada de pizarrón de otro partido. Belgrano tiene esas cosas que lo hacen único. Jugada por izquierda protagonizada por Alanis quien encaró, descargó para Parodi, éste para Zelarayán que abrió para Etheveneaux quien sacó un centro cerrado para que el mismo Parodi ensayara una "palomita" increíble rompiendo la vaya de Arias y poniendo las cosas 1 a 0. Delirio en las tribunas. El flaco de Villa Allende festejó sacudiéndose la mufa, pero fue hacia el cielo la mirada de alegría. Belgrano golpeaba en un momento justo y cuando el rival menos lo esperaba.

La etapa de las emociones

El reinicio del partido predispuso a Zielinski hacer el primer movimiento de piezas. Necesitaba la tenencia de balón en el medio y el hombre indicado para entrar fue Sebastián Prediger, quien reemplazó al debutante Alanís. Defensa salió al todo por el todo, y a sólo un minuto de juego, Pier Barrios comete una grosera falta que lo llevó a las duchas. Se caía la estantería celeste. Quedaba con uno menos y obligó a Zielinski a desarmar su estructura para rearmar la línea defensiva... Allá iba el "Gladiador de Alberdi" a reencontrarse con el césped y con la zaga central que es donde siempre jugó mejor. Turús volvía ovacionado y se iba Etheveneaux. No quedaba otra que alentar a un Belgrano que no se achicó aún con la diferencia numérica. Al triunfo se lo defendería atacando. Hubo pinceladas de Parodi, lujetes de Zelarayán, y hasta Óbolo tuvo en su frentazo la posibilidad de aumentar sólo frente al arco, pero el balón se fue apenas al lado del palo. Increíble para él y para todos. Defensa se jugaba al empate con embates de Sánchez Sotelo, Rius y Benitez, pero era el momento de Olave y la garra de Lema y Turús. Sacaron todo, como podían. El "Juanca" tapó dos manos a manos tremendas e incluso hubo una jugada en que se repuso de un rebote de manera monumental. ¿Quiere saber más? faltando casi quince minutos para el cierre del partido, en un saque de arco Juan Olave sintió un pinchazo en su muslo derecho, obligándolo a pedir el cambio de manera urgente... Pero ya no había forma, porque Márquez había entrado por Óbolo y Belgrano no tenía más cambios... Alguno imaginaba un jugador de campo poniéndose el buzo. Sin embargo, por la camiseta, por ese amor propio, por eso que hay que poner, el "uno" siguió jugando. Fue notable su dolor y molestia, sin embargo cuidó su vaya. Defensa y Justicia no supo aprovechar ese hombre de más, no logró definir la última jugada y la falta de efectividad, se topó con la gran noche de Lema y Turús y de un Espíndola que junto a Saravia, llevaron a construir una victoria inolvidable.

Ganó Belgrano "A lo Belgrano" como dicen casi todos. Pero sigue sin mostrar el nivel de juego de otras fechas. La victoria en casa sirvió para devolverle a los verdaderos hinchas un poco de lo que tanto ponen en las tribunas. ¿La Liguilla Pre-Libertadores? Belgrano está a pocos pasos de lograr su oportunidad de jugarla. Sigue dependiendo de si mismo, y lo que queda no será nada fácil.

BELGRANO 1: Juan Carlos Olave; Esteban Espíndola, Pier Barrios, Cristian Lema, Renzo Saravia; Iván Etevenaux, Guillermo Farré, Lucas Parodi y Gabriel Alanis; Lucas Zelarayán y Mauro Obolo. DT: Ricardo Zielinski.

DEFENSA Y JUSTICIA 0: Gabriel Arias; Damián Martínez, Esteban Saveljich, Carlos Matheu y Rafael Delgado; Ignacio Rivero y Marcelo Benítez; Ciro Rius, Emiliano Tellechea y Nery Leyes; Juan Ignacio Sánchez Sotelo. DT: Ariel Holan.

Estadio: Mario Alberto Kempes.

Árbitro: Felipe Beligoy.

Gol: 43’ PT Lucas Parodi.

Amarillas: PT Rius (DyJ), Martínez (DyJ); St Delgado (DyJ), Olave (B)

Expulsados: ST 1' Barrios (B)