Desde la Promoción 2011, Belgrano-River no es un partido más. El tiempo pasa, pasará pero siempre quedará marcado por el descenso Millonario y la llegada de la “B” a Primera. “Para mí es otra la situación, estamos en otra cosa y no vamos a vivir del recuerdo”, le manifiesta a PODIO el presidente Armando Pérez, quien habló de sus sensaciones por enfrentar a River otra vez, de Lucas Zelarayan, de Emiliano Rigoni, del plantel, del presupuesto y del estadio. “Uno como en la vida tiene motivaciones, Belgrano las tiene y River, que es el mejor equipo del campeonato, también”, insistió y sobre el final de su expresión dijo: “Para nosotros, estamos pagados... ellos estarán impagos toda la historia”.
- ¿Hubo realmente una oferta por Zelarayan en los últimos días?
- Son todos inventos. Aun después de manifestar que no lo negociábamos, los empresarios siguen insistiendo pero nunca hubo una propuesta oficial... Y le hacen mal a los jugadores. Rigoni bajó el nivel. En los estudios que les hacemos a los jugadores durante los partidos, nos encontramos con que bajó el nivel, los números lo dicen, lo hablamos con él y lo reconoce. Pero a lo que voy es que no se le hace un favor al pibe.

“No sé si vamos a jugar con Talleres. Es más ni lo he analizado. Para ellos estará confirmado pero nosotros estamos en competencia”.

- La Liga Cordobesa informó que Belgrano elevó una nota sobre la resolución adoptada contra Juan Cruz Oller, de aplicarle el derecho de admisión...
- Es cierto. El mal que le hizo al pibe... Y no tiene derecho. Jamás le pusimos un precio y empezó a hablar de cuatro, de cinco millones y eso definitivamente incide.
- Belgrano tiene tres competencias en 2015. ¿No se quedó corto con el plantel?
- Trajimos un refuerzo por línea, de acuerdo a lo mejor que podíamos traer. Para más, necesitás más dinero. Está todo bárbaro pero hay un límite. Al plantel lo cerramos antes de saber que íbamos a jugar la Sudamericana y de especulaciones no vivo. No soy un irresponsable, podría haber traído cinco jugadores más pero... ¿cómo los pagamos?
- Entonces hay que sacar jugadores de abajo. Al fin y al cabo, un club vive de eso.
- Ese es otro planteo. Buscamos gente abajo pero hay que tener en claro que no todos están para jugar, ni siquiera los que creemos que están consagrados.
- ¿Usted cree, como los jugadores, que son perseguidos por los árbitros?
- Prefiero no opinar. Los referís se equivocan, pienso eso... si no estaríamos en un gran problema.
- Desde que AFT Arquitectos presentó un informe sobre los costos de la remodelación del Gigante, no se supo más nada. ¿En qué anda eso?
- Vamos a proponer algo. El presupuesto todos los días sube. Pero no me canso de decirlo: para mí sería tan fácil hacer una tribuna, ponerle “Armando Pérez” y se terminó la historia. No es el caso porque el estadio debe servir por los próximos 50 años o más. Vamos a hacer lo que tengamos que hacer, pero hoy el club no tiene la plata.
- Usted alguna vez pidió 40 mil socios y se estuvo cerca. Y hace un tiempo que sólo se llega a la mitad. Y hay quejas de que el club no les ofrece muchas cosas.
- ¿Lo queremos mucho a Belgrano, no? Por lo menos, hagámonos socios viejo... Y nadie arranca. Critican que no se les da nada o se les da poco, les damos lo que tenemos. ¿Me fabrico yo mismo 20 mil más? En Newell’s hay 24 mil tipos esperando que se caiga alguno de los 57 mil asociados para entrar. Pero somos el club que somos y tenemos los socios que tenemos. No nos engañemos, yo no vendo humo. Después está la realidad del país, pero esa es otra contingencia.
- Habló de una propuesta para la cancha. ¿Cuál es?
- Si hay 40 mil socios y cada uno pone a razón de 500 pesos para un presupuesto que está arriba de los 200 millones, lo podemos hacer. Podríamos vender un pedazo de pasto de la cancha, que se colabore trayendo material. Vamos a abrir una cuenta sólo para el estadio. Es un proceso, a lo mejor lo logramos.
- ¿Se cobró el dinero por Franco Vázquez?
- Sí y debemos ajustarnos a un presupuesto. Se gasta lo justo y necesario para mantener el club y en eso está poder permanecer en Primera.