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Y el 1 a 1, el primer gol de Rigoni en Primera en 12 partidos disputados fue para ella, para los parientes: “Sentí una gran felicidad, una sensación muy linda porque fue ante un grande y encima en su cancha. Soy un agradecido a mi familia, al apoyo de mis amigos... el gol es para ellos” fue la dedicatoria del pibe de 21 años, hermano mayor de Antonella.
Rigoni llegó con 11 años a Belgrano “porque tuvimos la chance de elegir, y este club nos gustó más que otros” recuerda Silvia mientras Emiliano coincidió con su madre que ese gol “fue un premio al esfuerzo de tantos años de trabajo. Yo al día a día lo iba viviendo con más responsabilidad y creo que lo estoy aprovechando”.
Esa palabra, responsabilidad, fue la que Silvia destacó en su hijo al punto de confesar “Como cualquier chico, Emiliano tiene deseos de salir, de tener su novia que de hecho no la tiene aún, es respetuoso de sus horarios porque está muy enfocado en eso. Si es por él, y lo acompaña la suerte, va a llegar lejos”.
Rigoni sostiene que lo de los chicos que son de las entrañas de Belgrano no es casualidad “Hace tiempo que venimos trabajando para lograr esto. En lo personal tuve la chance y contento por eso”. Admite que el triunfo es trascendente pero que el equipo debe mejorar “porque entramos dormidos los primeros minutos. Hay que estar concentrados desde el primer minuto porque lo primero que debemos hacer es sumar. De ahí en más no hay mucho por corregir”. Consideró “inteligente” el planteo en el complemento en La Bombonera y que su gol y el triunfo ante Boca “se festejan hasta hoy (por ayer) porque hay que pensar en Newell’s”.
“Ahora nos vamos. Nos espera un lindo viaje a Colonia Caroya hablando de fútbol” se despidió Silvia.
Fue con la zurda, el que venga, con la que sea
Rigoni es ambidiestro. Le pega con las dos. Virtud que su mamá Silvia explica así: “Es algo que heredó de mi padre, su abuelo, que también jugaba al fútbol pero vio su carrera truncada, como mi hermano que dejó por una grave lesión. Emiliano es el único nieto varón de las dos familialas y lo de ambidiestro no sé, pero desde que era chiquito le pega así. Su técnico, a los 5 años, lo incentivó a patear con las dos piernas aunque él es zurdo pero la verdad, no sabíamos que pegándole con las dos, en un futuro, sería una virtud particular”.
Consultado Rigoni sobre el tema, dijo escuetamente: “El gol fue con la zurda, después el que venga con la que sea pero que gane Belgrano”.
De quintana a rigoni
Emiliano Rigoni rompió la “mufa” de Belgrano en la Bombonera. El último jugador del Celeste que anotó un gol en esa cancha fue el colombiano Rubiel Quintana a los 40’ del segundo tiempo de aquel 3-1 del 19 de agosto de 2001. Doce años y medio después, al minuto del complemento, el volante de Colonia Caroya le hizo gritar al “Pirata” un nuevo gol en ese mítico estadio.
