Bueno para ser Ãdolo
La Voz del Interior | 29/01/2014
Gol del empate. Pero además, postura de lÃder, gesto de ganador, siempre enchufado y con ganas de demostrar por qué ha pasado por Peñarol, Boca, Paris Saint Germain, la selección uruguaya. Bueno es bueno. Lo ha demostrado con sus últimas apariciones dando clase para leer los partidos y para entenderlos, y sobre todo, esa sà es toda una novedad, demostrando cómo encastrar con el Picante Pereyra, su socio en el nuevo Belgrano. Bueno tiene 33 años, debutó en 1999 y no ha parado de recorrer el mundo. Llegó a Belgrano a mitad de 2013 y fue, de a poco, convenciendo a Ricardo Zielinski que puede ser titular. Pero no ha sido fácil. Arrancó de suplente, sin pretemporada, haciendo lo imposible para ponerse al nivel de sus compañeros. Ahora, con la base fÃsica de Necochea, parece listo. No es novedad que le gusta hablar, y mucho. Que sus ojos gigantes y su nariz achatada le hacen honor a su fama de "loco". Loco pero ningún tonto. En diciembre, de vacaciones, usó todos los medios para dejar en claro que si volvÃa a Belgrano era para pasar el tiempo dentro de la cancha. "Zielinski es un tipo muy reservado, no habla mucho con los jugadores, pero le voy a plantear que yo necesito jugar", explicó desde Uruguay. Convencido de su potencialidad, Bueno sabÃa que con continuidad y confianza podÃa ser un plus para el equipo. En vista de lo que viene haciendo (ante Independiente pero, sobre todo, ante Central) tenÃa razón. Es cierto: lleva 10 partidos y 4 goles, pero hoy esos números no parecen transmitir lo que sà transmite Bueno. El lunes pareció el dueño del equipo. Chueco hasta doblarse sobre sus piernas, siempre con medias tres cuartos y una picardÃa que sólo tienen los que han trotado las canchas del mundo. Bromeó cuando ingresó otro "loco", Sebastián Abreú; habló mucho con "el Picante", para pedirle juego y para felicitarlo por el centro del gol; y recibió una ovación cuando "el Ruso" lo cambió por "Lechuga" Maggiolo (igualito que el 6 de diciembre, contra All Boys). Sueños grandes "Hay equipo, hay jugadores... pero bueno, el objetivo era 25 puntos", declaró sobre la última temporada. Lo dijo sin decirlo: su deseo es que Belgrano vaya por el premio mayor. "Llega un momento en el que el conformismo está bueno, pero se está para más. El grupo deberÃa ser más egoÃsta y pelear más arriba. Por la gente", explicó. Hablada de las aspiraciones que lleva dentro, vaya donde vaya. La de ser campeón. "Llega un momento en el que el conformismo está bueno, pero se está para más", asegura Carlos Bueno sobre Belgrano. Anda siempre con el termo bajo el brazo. Uruguayo hecho y derecho, en Villa Esquiú y en cualquier concentración toma mate con su compatriota Sergio RodrÃguez, y a la ronda es habitual invitado Jorge Velázquez. Su sangre "carbonera" hace que su blanco predilecto, a la hora de las cargadas, sea Alfonso Meoni, fanático del "Bolso". Los orientales son asÃ. Dice, además, que su relación con Pereyra es muy buena también fuera de la cancha. "Yo querÃa que él fuera goleador en el pasado torneo. Nos entendimos bien. Son experiencias que vas agarrando... Por momentos, me tiré atrás. Me gusta hacer que soy enganche. Salió bien, nos entendimos bien", reconoció cuando se fue el Torneo Inicial 2013. Quizá lleve tiempo pero parece encaminado para ganarse el corazón celeste. Contra All Boys, después de su gol, soltó el festejo bien de código: mano en el ojo, a lo pirata, para reconocerse como uno de los suyos. Gesto que se paga con cariño y que Bueno descifró muy bien en los meses que lleva por Córdoba, gastando las bacheadas calles de una ciudad desgastadas y, en diciembre y enero, bastante inhóspita. Recargado después de varios dÃas en Artigas, el lugar donde nació, ahora pinta para ser titular contra Lanús. Habrá que ver si Zielinski decide darle el mando. Por lo pronto, "el Loco" está listo para comandar el barco |
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