Para los hinchas. Belgrano celebra la obtención de la copa
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El partido se vivió a pleno en las cabeceras porque la gente, más allá del tono amistoso, hizo sentir con su canto la rivalidad entre los dos equipos y fue el público celeste el que de principio a fin cantó y pidió “salir de caravana” y el resultado le terminó dando esa chance porque el trofeo en juego quedó para los de Alberdi.
Sin dudas, estos certámenes que sirven para ajustar los sistemas y las piezas para cuando se juegue por los puntos, le permitió al entrenador de Belgrano entender que “el viejo sistema 4-4-2” (aplicado en el segundo tiempo por el Celeste) es el que mejor le sale y el que ejecuta con mayor precisión.
La gente vino en buen número en busca de un “amor de verano” y lo encontró en el segundo tiempo, cuando a los 2 minutos un excelente centro de Pereyra fue aún mejor conectado de cabeza por el uruguayo Bueno.
Antes, en el primer tiempo, Central fue superior a Belgrano en todos los sectores de la cancha. El esquema ideado por “el Ruso” Zielinski, con tres volantes y tres puntas, no le dio resultados. “El Pirata” perdió por las bandas en forma permanente.
A los 18 minutos, Carrizo colgó una pelota en un ángulo de Olave y puso la merecida ventaja para los rosarinos. Y si Belgrano se fue al vestuario perdiendo sólo por 1 a 0 fue porque su arquero tuvo dos estupendas atajadas y los atacantes visitante fallaron en la definición en los metros finales.
La hora del festejo. Después que se vio superado por Central en el primer tiempo, el entrenador metió mano en el equipo, reordenó las piezas y la historia fue distinta. El Pirata llegó al empate y la alegría de su público comenzó a dibujarse en sus rostros. Llegó el momento de cantar, del agitar las banderas y aunque en el terreno de juego las cosas no le fueron plenamente favorable a Belgrano, a su hinchada poco le importó. Porque lo que vino a buscar, lo consiguió: la primera alegría del año.
Otra vez el conocido Belgrano fue el que usó el sistema que mejor le cabe, que tuvo en los dos extremos del campo a sus figuras.
Porque uno lo sostuvo en partido (Juan Carlos Olave) y el otro lo devolvió al juego (Carlos Bueno). El resto, con altibajos, acompañó para que la “empresa” de quedarse con este trofeo pudiera hacerse realidad. La recta final hacia el inicio del campeonato, ya está en marcha y el tiempo de los ajustes prácticamente se acabó.
Belgrano se quedó con el Triangular de Verano cuando jugó “como el viejo Belgrano” y lo arriesgó cuando intentó ser “un nuevo Belgrano”.
Más sobre Belgrano:
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Belgrano, un equipo apto para soñar
Síntesis:
Belgrano: Juan Carlos Olave 7; Pier Barrios 5, Luciano Lollo (c) 4, Lucas Aveldaño 5, Juan Quiroga 5; Emiliano Rigoni 3, Esteban González 6, Lucas Pittinari 6; Fernando Márquez 3; César Pereyra 6, Carlos Bueno 7. DT: Ricardo Zielinski.
Rosario Central: Mauricio Caranta 6; Paulo Ferrari (c) 5, Lisandro Magallán 5, Alejandro Donatti 6, Rafael Delgado 5; Hernán Encina 7
Nery Domínguez 6, Jesús Méndez 6, Federico Carrizo 7; Gonzalo Castillejos 4, Carlos Luna 5. DT: Miguel Russo.
Goles: PT, 18m Carrizo (RC). ST, 2m Bueno (B).
Cambios: ST, al comenzar, Sergio Rodríguez (5) por Lollo (B), Sebastián Carrera (5) por Rigoni (B) y Jorge Velázquez (5) por Márquez (B), 21m Matías Ballini por Delgado (RC), 32m Sebastián Abreu por Luna (RC) y Franco Niell por Castillejos (RC), 35m Ezequiel Maggiolo por Bueno (B) y 37m Walter Acuña por Encina (RC).
Cancha: Estadio Kempes.
Campo de juego: bueno.
Espectadores: 20 mil.
Árbitro: Mauro Vigliano (bien).
