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Sin embargo, sería injusto no reconocer que, en estos dos años y medio hubo algunos futbolistas que sobresalieron por su rendimiento. Algunos siguen en el plantel; otros, ya emigraron a otros destinos. Según un relevamiento de Mundo D, tomando como referencia los puntajes con los que el diario calificó a los jugadores en los 95 partidos que la “B” lleva disputados en Primera División desde el ascenso (dos temporadas y media), Franco Vázquez fue el futbolista sobresaliente (aunque sólo jugó el Apertura 2011) y Juan Carlos Olave, el más regular.
“El Mudo” promedió 6,6 en aquel torneo que lo catapultó al fútbol europeo, donde todavía busca la continuidad que lo consolide. Quien lo sigue en una hipotética tabla de “producciones personales” es otro valor de Villa Carlos Paz: Lucas Pittinari, quien promedió 6,5 en el último pasado Torneo Inicial 2013, pese a que sólo fue titular en un tramo del campeonato. En cambio, el mérito de Olave está en su regularidad.
Titular indiscutido (sólo se ausentó por suspensiones o lesiones en 10 partidos), el arquero jugó los cinco campeonatos que el Pirata y nunca bajó de los 6 puntos de promedio. Alcanzó su mejor registro en el Final 2013, en el que jugó las 19 fechas, con 6,26. Otro caso de marcada regularidad es el de Esteban González.
En el Inicial 2012 y el Inicial 2013 tuvo un promedio alto: 6,06. Y, en los restantes torneos, no bajó de 5,66 (Apertura 2011). El otro volante central,Guillermo Farré, también se destaca del resto, aunque con más oscilaciones que “Teté”. En el Inicial 2012 promedió 6,26, pero en el último certamen su producción bajó y llegó a 5,47. También hay casos en los que el mérito radica en la superación personal.
Emblemático es el caso de Juan Leandro Quiroga, cuya primera temporada en Belgrano fue realmente pobre (4,75 en el Apertura 2011 y 4,5 en el Clausura 2012). Sin embargo, el lateral izquierdo, que estuvo a punto de dejar el club, se quedó para pelearla y su rendimiento tuvo una mejoría sensible, que le permitió ganarse el respeto del “pueblo pirata”.
Su mejor marca fue 5,81 en el Inicial 2012. Un caso atípico es el de César Pereyra, ya que denota con claridad la influencia que tuvieron las lesiones en su rendimiento. El goleador del último certamen oficial del fútbol argentino registró un promedio de 6,25 en el último Inicial, en el que jugó 16 de los 19 partidos y demostró la clase de jugador que es.
Esa continuidad fue la que le faltó en los tres torneos anteriores, en los que jugó de manera intermitente (18 encuentros en total) y sus acciones se vieron seriamente devaluadas. Cuando se lesionó, en el Clausura 2012, había alcanzado su mejor momento: 6,42 en los siete juegos que alcanzó a disputar. Unos y otros Entre los que llegaron como refuerzos para jugar en Primera, el más productivo fue Lucas Aveldaño, de Racing Club, con 6 de promedio en el Inicial 2012.
También Fernando Márquez, procedente de Crucero del Norte, con 5,64 en el Inicial 2013. Y, entre los que dejaron el club, además del mencionado caso de Vázquez, se destacaron Ribair Rodríguez (5,88 en el Apertura 2011), César Mansanelli (5,52 en ese mismo certamen), Lucas Melano(5,5 en el Inicial 2012), Martín Zapata (5,46 en el Final 2013) y Alejandro Lembo (5,46 en el Apertura 2011).
