Tres goles: los que marcó ante Olimpo, Racing y All Boys.
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“Todo se armó por un Face trucho (una cuenta no oficial de Facebook). No dije nada de Peñarol. A raíz de eso, un dirigente de Peñarol le llamó a mi representante para preguntar. Tengo posibilidades de ir a Peñarol, el ayudante de campo (Rotundo) es muy amigo mío. La realidad es que siempre tengo ganas de volver a Uruguay, a Peñarol. Pero me tengo que presentar en Córdoba en enero y ahí veremos”, dijo.
La frase “no tuve la continuidad que hubiera querido en Belgrano” dio vueltas durante la nota y el conductor del programa, José Gabriel Carbajal, le preguntó directo: “¿No hablaste con Zielinski (el DT de Belgrano)?”. Bueno respondió en un monólogo.
“No he hablado con Zielinski porque es un tipo muy reservado, que no habla mucho con los jugadores. Yo me propuse entrenar lo mejor posible y estar listo para cuando lo disponga. Pasan muchas cosas por la cabeza de un jugador. Hubo un partido en el que me puso cinco minutos; en otro, dos. A mí me parecía que no era lo adecuado entrar tan poco”. Y siguió: “Me calenté. Pero me decía: ‘si lo voy a encarar a él (por Zielinski) y le digo que quiero jugar, él me va a decir que le está yendo bien con lo que está haciendo. Yo entré porque un jugador (Fernando Márquez) estaba lesionado. Y seguramente volverá cuando se recupere. Entonces no sé si jugaré o no. Estuve dos meses pensando en hablar con él (por Zielinski)... Y después llegaba y me decía ‘que no, que no era el momento para hablar’. Hubo días en los que pensé para qué me trajeron”.
Bueno hizo público más detalles de sus contactos con Zielinski: “Cuando llegué, me pidió que baje de peso. Lo hice. Y luego, bueno, apostó por otra cosa. Estuve enojado, caliente, pero siempre pensé en el grupo. Me molestaron cosas, pero me las guardo para mí. Como a otros les habrán molestado cosas que uno hace. Pero pensé en el grupo”.
El asunto parece de simple resolución: Bueno y Zielinski deben hablar cara a cara. Sin embargo, sus declaraciones cayeron mal en la dirigencia. Si el punta continúa, blanqueó sus pretensiones: “Creía que estábamos para más. Había equipo, había jugadores. Pero el objetivo siempre fue sacar 25 puntos. Hubo un poco de conformismo, pero también tenés que pelear por algo más”. Si se queda, también destacó que se siente muy bien con el Picante Pereyra: “Quería que saliera goleador y por eso le dejé patear el penal contra Arsenal. Nos llevamos bien”.
