River-Belgrano: “el Mono” Blázquez, inexpugnable | Club Belgrano de Córdoba

Memorable. La actuación de Blázquez fue superlativa. “Juanca” Olave tiene bien cubierta la espalda

Se dio todo para que fuera su tarde-noche. Aunque esta historia, la de la consagración de Sebastián Blázquez como arquero de Belgrano, comenzó a contarse hace un tiempo. Cuando se anunció su llegada al Pirata, para ser el suplente de Juan Carlos Olave, los cuestionamientos estuvieron a la orden: “Hace seis meses que no juega”, “si Olave se lesiona, no hay reemplazo” o, simplemente, “¿Blázquez...?”.

Pero el criado en Remedios de Escalada (bahiense por “accidente”, ya que su padre estaba en la base militar Rosario Puerto Belgrano) siempre tuvo claro a qué llegaba a Alberdi. Sabía que “Juanca” era un Sarmiento en el arco (César Rigamonti fue a Sportivo Belgrano para poder jugar) y nunca mezquinó esfuerzo en los entrenamientos.

Y pasó lo inesperado: Olave faltó por lesión por primera vez desde que viste la celeste. Blázquez apareció con buenas actuaciones y, a la par, el equipo prolongó su racha positiva.

Aunque no era un desafío desconocido, enfrentar a River en el Monumental era una cita importante para ganarse al pueblo pirata. Como el ex-Vélez había participado del primer e histórico triunfo de Colón allí, ayer pisó el impecable césped con naturalidad. Peloteó con Marcelo Misetich y el arquerito “Lokura” Acosta. Los silbidos de la previa eran susurros para él, que esperaba su momento.

Y cuando la bola comenzó a rodar, el “23” se agigantó mientras el cronómetro corría: “Teo” Gutiérrez y Jonathan Fabbro (tiro libre a su palo, al ángulo; y el bombazo que tapó y dio en el travesaño), lo sufrieron en el primer tiempo. En el inicio del segundo, si bien no atajó el penal, le ganó el duelo de miradas al delantero colombiano.

Después, fue enorme: les puso sus guantes a las bombas del colombiano Carbonero, expuso su cuerpo ante Andrada y estiró su brazo izquierdo para sacar el peligroso derechazo de Mercado, que si pasaba era medio gol. Inexpugnable, tuvo una actuación sin fallas, llena de aciertos... Si hasta rechazó de zurda un pase complicado de Aveldaño, que junto a Lollo y “Teté” González fueron sus escuderos en la barricada pirata.

Según su propio ranking, el 0-0 de anoche entró en el podio de su carrera. “Junto al 1-0 contra el Barcelona de Guayaquil (él jugaba para Técnico Universitario, de Ecuador) y otro contra Estudiantes, en La Plata”.

Con la confianza que se tiene para jugar, y con un nivel superlativo, “el Mono” se aferra a su nivel para seguir.Sabe que más temprano que tarde, volverá Olave, un prócer pirata. “Sólo hablo del partido que jugué. Como no sé qué va a pasar, no puedo opinar”, dijo, escueto.

Es cierto, “el Ruso” Zielinski decidirá si le da un par de partidos más hasta tanto Olave recupere el 100 por ciento de su estado. Anoche quedó claro que “Juanca” tiene un compañero con el cual, en su ausencia, la guarida pirata está bien cuidada. Es el muelle de San Blázquez.