Loguearse | Registrarse
Belgrano y el quiebre de Zelarayán

Día a Día | 04/08/2013


Atada. La bola obedece al Chino. Tiene su chance.
Atada. La bola obedece al Chino. Tiene su chance.
–Se rompió, el Chino –grita uno de sus amigos–. Paren che, se golpeó en serio.

Luquitas está en el piso. El peroné de la pierna derecha maltrecho. En la calle Calixto Gauna, en barrio Residencial Oeste de Córdoba Capital, los pibes no lo pueden creer. Ninguno quiere seguir jugando al gol entra. La tarde no tiene sentido. Algo se quebró.

Luquitas se apellida Zelarayán y hoy tiene un lugar en el 11 titular del Belgrano que dirige Ricardo Zielinski que jugará ante Lanús por la 1ª fecha del Inicial. Con 21 años es una promesa que ya da frutos. Pero el Chino, detrás de sus gambetas, tiene una historia.

“Me lesioné jugando en el barrio, en la placita. Jugaba un gol entra con mis amigos; uno me clavó, pero fue una desgracia, pero si no fuera por esa lesión hoy quizá jugaría en Talleres”, le cuenta el volante a Día a Día y retrocede seis años para atrás.

“Tenía 15 años y me probé en Boca, River y Racing. Quedé en los dos últimos y en enero debía irme a la pensión de River, pero cambiaron los coordinadores y debí volver en julio. Pero en abril me quebré y no pude. Al tiempo quedé en Atalaya y en esa época varios de mis compañeros pasaron a Talleres y yo, al estar lesionado, no pude”, dice ahora entre risas. El humor lo ayudó siempre.

“Tenía mucha tristeza, era chico y no sabía bien qué tenía. Pero tuve el apoyo de mi familia, hice una buena rehabilitación de cinco meses y ahí apareció Belgrano”, cuenta el medio punta según él se define. Ya apila 10 partidos en primera pero hará su debut desde el minuto cero hoy.

Esteban Grando -un allegado al futbolista- le consiguió una prueba en el Pirata. “Físicamente estaba muy mal, flaquito, los técnicos no me querían pero tuve la suerte de que Julio Castro (buscador de talentos en el club) me viera. Él me conocía de Atalaya y les dijo que esperaran, que me vieran bien y después de un mes quedé”, explica el Chino que habla como pidiendo permiso. Con respeto.

Rendirse jamás. Desde los 9 hasta los 12 jugó en Universitario. Luego, hasta los 15, lo hizo en Deportivo Atalaya. Ya en la placita sabía qué buscaba. “Hoy estoy cumpliendo un sueño, toda mi vida soñé con jugar en primera y en Belgrano. Soy hincha, fui a la cancha pero ahora estoy desde adentro”, apunta.

–Aquella lesión, tan chico, te marcó. ¿Por qué crees que no abandonaste?
–Tenía el sueño en mi cabeza. Confiaba en las condiciones, que podía hacerlo. Sabía que físicamente no estaba bien, pero creía en mi técnica.
Lucas Zelarayán participó en quinta de la Liga Cordobesa hasta enero de 2009. Jugó en sexta, quinta y cuarta de AFA. Con el ascenso de Belgrano ante River, en 2011, se ganó un lugar en Reserva.

Su condición atlética mejoró, pulió todavía más los conceptos y el DT Ricardo Zielinski lo fichó enseguida. Lo quería con los más grandes.

En junio de 2011 lo llamaron para hacer la pretemporada. Pero otra vez la maldición. Lesión de menisco, operación, ilusión hecha pedazos.

“Mi papá (Carlos), mi vieja (Selva) y mis hermanos (Javier, Gastón, Matías, Gisela y Marcos) siempre me contuvieron. No bajé los brazos, ellos han hecho un esfuerzo gigante por mí y le estoy agradecido. Después, por suerte, se fue dando todo”, dice con tono bien sereno.

“Todo” significa transformarse en una de las joyitas de Belgrano. Debutó el 25 de abril de 2012 contra Rosario Central, por Copa Argentina. Luego lo haría por el campeonato local ante Newell´s, el 1 de marzo de 2013. Desde allí hasta hoy se ganó la mirada y el respeto de varios.

–¿Cómo hacer para mantener la humildad y no agrandarse?
–En ese sentido, siempre estuve tranquilo. Mi familia me inculcó tener los pies sobre la tierra. Nunca me agrandé, no es mi estilo, por eso no me gustan cuando se agrandan. Siempre tenés que ser el mismo, yo sigo estando con mis amigos en la plaza.

–Pero de golpe empezaste a jugar con los que eran tus ídolos...
–Siempre tuve de ídolos a Olave, Farré, Turus. A muchos los iba a ver a la cancha, los puteaba como hincha (risas) y después... estar entrenando con ellos todos los días, eso me sorprendió. Me tenía que acostumbrar, pero ellos te tratan como uno más y te lo hacen fácil.

El mundo giró para él. “La Promo con River la vi en el garaje con 30 amigos. Cuando hizo el gol Farré o atajó el penal Olave, volaron la sillas y nos fuimos a festejar al Patio Olmos”, recuerda.

–Hablás siempre de la plaza, ¿qué aprendiste ahí?
–El barrio te da mucho roce. Y también dominio de pelota, jugás en la tierra, con vidrio, piedra, pozo, asfalto y te hace trabajar eso. O en las canchas de Liga que no están muy bien. Todo me sirvió.

El Ruso confía en él. Y habla al respecto. “Este año maduré mucho como jugador. Zielinski dijo que me llevaba de poco e hizo bien. Gané ritmo de primera y le estoy agradecido por confiar en mí. Valoro que me haya subido a primera y hoy me está dando la oportunidad de estar en el equipo. Me han hablado mucho y espero estar a la altura”, sostiene convencido de sí.

–¿Sos consciente de que la exigencia en el fútbol a veces sobrepasa los límites?
–Esto es largo y no se acaba en el partido con Lanús. Tengo mucho por aprender. Estoy tranquilo y espero hacerlo de la mejor manera.
Ahora la vida de jugador profesional le ha cambiado algunos hábitos. “Duermo mucha siesta, para mí es esencial. Estoy con mis amigos en la plaza, todos los días voy a ver a mi novia (Paula), tengo que estar sino me saca amarilla”, cuenta y no evita una risa cómplice.

–Imagino que ya no podés jugar al gol entra...
–Y no. Desde que me lastimé en el barrio ya perdí un poco eso. Ahora los veo jugar, me río de ellos, tomamos una gaseosa. ¿Si relato el partido? No, me burlo de mis amigos que se chocan y se caen.

Modelos para armar. Los estudios secundarios los terminó en el Centro de estudio a distancia y en el Ipem 31 J. Kennedy. Pero Chinito estudia mirando fútbol. A sus ídolos. 

“El primero es Riquelme, es mi reflejo, mi jugador a copiar desde chico. Después Messi, es imposible mirarlo, igual que Neymar. De acá el Mudo Vázquez, Mati Suárez o Paolo Frangipane”, describe enfático.

–Más allá del fútbol, la música siempre te acompaña...
–Me gusta el cuarteto, la Mona Jiménez es lo que más escucho.

–¿El tema que más te pega?
–Muchacho de barrio. Hay unas frases como “Soy un muchacho de barrio que agradece a la vida todo lo que le dio o Soy un muchacho de barrio que agradece a la vida todo lo que le dio”...

–“No cambiaré” dice el tema.
–Yo no cambio. Es primordial ser humilde, tratar de ser uno.

El quiebre no está en sus huesos ahora. Sino adentro de la cancha.

..........

La 10

Chinito llevará ese número en la camiseta. “Me la dieron”, dijo. Y agregó: “Es lo más jugar acá y con la 10”.

..........

El debut

Por la Copa. Lo hizo por Copa Argentina ante Rosario Central, un 25 de abril de 2012. Tiene 10 partidos en la Primera del Pirata.

.......

Proyecto

Prórroga. El volante tenía contrato hasta 2015 y el viernes firmó una prórroga por dos años más. Un proyecto del club. A cuidarlo.

5299 vistas

COMENTARIOS

Usuario: Anonimo
Comentario:
Anti-spam:
Para validar tu comentario completa el siguiente captcha:

 
MÁS NOTICIAS
Mensajero