Escueto. Cuando el Ruso declara en zona de vestuarios.
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Y el punto elegido fue claro: la anemia de delanteros que tiene hoy el plantel después de la venta de Lucas Melano a Lanús.
“Tenemos que traer otro delantero”, dijo apenas salido del vestuario el Ruso, que trata de ir tirando palabritas en cada micrófono para cumplir con todos, pero sin demorarse mucho en ninguno.
Él prefiere la contracción al trabajo que el ida y vueltas de las preguntas, pero el panorama del plantel disparó varias veces el mismo interrogante.
Al ser consultado sobre qué tipo de delantero prefería, si uno por afuera o por adentro, Zielinski dejó salir al reñido declarante que cada tanto sorprende. “Alguien que haga goles”, devolvió con una sonrisa rara.
Es que la salida de Melano no se digiere tan fácil. Sin bien el aporte del nacido en Hernando no marcaba grandes diferencias, al Ruso ahora le quedan pocas opciones arriba: César Pereyra, Carlos Bueno, Fernando Márquez y el juvenil Tobías Figueroa. Sólo cuatro delanteros con un panorama especial: Pereyra busca ganar ritmo futbolístico tras varias lesiones, Bueno está desgarrado y tiene para 20 días, Márquez carga pocos juegos y Figueroa es una apuesta reciente de la cantera celeste.
Se sabe, la dirigencia buscará al menos un delantero más. Aunque, según se pudo averiguar, serían dos los puntas que vendrían para reforzar el plantel que el propio DT definió. “Tenemos un plantel muy corto, esperemos traer algún delantero que solucione la falta de gol”, dijo en el Kempes.
No hay dudas. Al Ruso, la ineficacia –ante Talleres generó seis situaciones claras para convertir- le– genera dolores de cabeza. “Tuvimos muchas situaciones y no pudimos meterlas. Evidentemente los partidos se ganan con goles y erramos algunos goles que no deberíamos”, agregó el entrenador de 53 años.
Sobre el asunto fue al hueso: “Sigue preocupando la falta de gol, tenemos que solucionarlo. Generamos situaciones pero no las convertimos y el fútbol se gana con goles”, concluyó sobre el tema.
Después vendrían conceptos referidos al clásico. “Talleres llegó una vez y la metió. Lo bueno fue que varios juveniles pudieron mostrarse y eso sirve para el futuro”, describió el DT, que siempre prefiere analizar puertas adentro con los suyos.
Pocos: cuatro delanteros. Arriba tiene al Picante, Bueno, Márquez y Tobías Figueroa. Con experiencia, sólo dos. Vendrían dos nuevos.
