"La idea es tener variantes que se puedan tirar en un mismo partido, porque muchas veces el rival te encuentra la vuelta y no podés sacar provecho de lo que haces habitualmente",
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El viento en Necochea llegó desde el mar y agitó las banderas nacionales de la puerta del Ñiken, lugar que Belgrano dejó en el mediodía de ayer.
Después del último ensayo en la costa, Guillermo Farré le dijo a Mundo D: “Terminamos una primera parte de pretemporada con muchas horas de trabajo y con la mayoría del plantel a disposición del cuerpo técnico. Ahora en la segunda semana se vienen los amistosos”.
Y precisamente el tercer partido de los próximos días es el encuentro frente a Talleres, que es el clásico de Córdoba y que no se puede disputar durante el año, porque no hay coincidencia en las categorías que ocupan ambos clubes.
–¿Se juega en un momento no muy propicio el clásico?
–Pasa que nosotros nos venimos preparando para el torneo que se inicia en agosto. Pero este tipo de partidos que se deben disputar con una intensidad especial por lo que significan y porque después en el año no se repiten, nos cambia un poco los planes. Pero ya lo hemos hecho un par de veces en los semestres pasados… sabemos lo que significa, pero entendamos que la verdad para Belgrano empieza con Lanús en el arranque del Inicial.
–¿Necesita el fútbol de los clásicos previos a la competencia?
–Es como necesario darle a la gente el show previo al inicio de los torneos oficiales. Más aquí donde no coinciden las categorías y no se juega en el año por los puntos. Entonces, poder hacer estos clásicos sirve para Córdoba, porque la provincia puede mostrar que es un partido de fútbol y que puede organizar eventos de esta envergadura sin inconvenientes, algo que no es fácil lograr en otras latitudes del país. Espero que este clásico sirva para la fiesta de la gente y que los equipos lo puedan utilizar para la preparación, porque tanto nosotros como ellos tenemos torneos bien complicados en frente.
–¿El esquema alternativo del “Ruso” es lo “nuevo” en Belgrano?
–La idea es tener variantes que se puedan tirar en un mismo partido, porque muchas veces el rival te encuentra la vuelta y no podés sacar provecho de lo que haces habitualmente. Entonces, con los mismos jugadores o cambiando un nombre, se pueda hacer una modificación en cancha que te permita plantear el partido de otra manera. Lo que debemos entender es que más allá del sistema, tenemos que estar predispuestos a lograr lo que el entrenador nos pide.
–¿Pero el 4-4-2 es “la manera” en que juega Belgrano?
–Pasa que lo tenemos muy coordinado y hay movimientos bien aceitados que nos permiten que el equipo funcione a la maravilla. Después, el 3-5-2 cambia el sistema numérico, pero si no lo tenés aceitado no lo podés aplicar con la firmeza que se utiliza el otro. No se puede decir que uno es más ofensivo o defensivo que el otro, sí que es una variante que se está trabajando.
–¿Para qué está Belgrano?
–Para afrontar el partido de la mejor manera y para ir agarrando la confianza que te dan los encuentros para ir en busca de hacer un torneo lo más regular posible, así como lo han sido los anteriores.
