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Lucas Aveldaño aceptó la invitación de Día a Día y ayer conversó una hora mano a mano con los usuarios de Diaadia.com.ar y los lectores. Se definió como “cocinero” y dejó clarito que quiere seguir jugando en el Pirata.
“Jugué al fútbol en una escuela desde los cinco a hasta los 17 años. Veía que dedicarme al fútbol estaba difícil y estudié mecánica dental unos dos años”, recordó el Pela. Y siguió: “Vuelvo a jugar y ahí un DT me llevó a Atlético de Rafaela que justo empezaba a tener inferiores de AFA y arrancó todo”. Luego vendría su llegada a Primera. En la Crema estuvo desde 2005 a 2008 donde jugó 92 partidos y convirtió siete goles.
Si no era futbolista, ¿qué hubiera sido de su vida? “Iba a ser camionero, con panza, seguro”, dijo entre risas. Sin embargo, Lucas decidió pelearla: “Entrené solo, iba al gimnasio, le metí duro y todo se fue dando”.
Mi lugar. Córdoba le sienta bien. Llegó al Celeste para el Torneo Inicial y se ganó un lugar. “Me había saturado Buenos Aires y acá encontré tranquilidad. Y un club como Belgrano donde se puede trabajar tranquilo”, contó el marcador central.
No hay dudas. Pela está feliz en el Pirata y lo dejó claro: “Yo me quiero quedar en Belgrano. El pase es mío y si el club decide que siga, la prórroga es por dos años más”, explicó ante la requisitoria de los hinchas que le pidieron que se quede a jugar la Copa. Claro, la B está ahí de clasificarse y es un objetivo que desvela a todos.
“Todavía no clasificamos, pero estamos ahí. Creo que podemos pelearla. La primera fase es con un equipo argentino”, dijo y tiró una broma: “Si puedo traer un jugador, me elijo a Messi”.
El ex Racing es un tipo frontal. Y no se olvida del pasado. “Racing me hizo madurar, me sirvió mucho y pude jugar con el Ratón Ayala, es un ídolo”, definió.
Pero la actualidad lo tiene de lleno en Belgrano. “El grupo es muy unido. Me llevo bien con todos y el Ruso hace bromas”, se animó a contar. Amante del mate, la charla se va rápido. Eligió un café. Mientras, las chicas lo piropeaban de lo lindo.
Placeres de la vida. A veces la gente se olvida de que los futbolistas no sólo tienen una pelota en la cabeza. Y Aveldaño lo grafica: “El futbolista es primero un ser humano”. Entonces cuenta su vida cotidiana. “Me gusta mucho ir al súper solo. Disfruto buscar los productos y ordenarlos. Nada de mezclar la comida con lo de limpieza, voy ordenando el changuito”, confesó entre risas. Pero hay más de un hombre (casado con dos hijos) que cualquiera mujer desearía. “Me gusta cocinar. A la noche casi siempre hago algo, puede ser un salmón, algún pollo al champiñón, depende”, soltó el gourmet.
Y claro, es amante del buen vino cuando se puede. “A los 16 tomaba cualquier cosa. Hasta que el papá de un amigo nos puso una botella con un buen vino. Antes era el de cartón”, recuerda. “La primera vez nos costó, pero después le agarramos el gustito. Hoy, cada tanto, pruebo una copita”, dice el Pela que es un camión a fondo.
Frases peladas.
»Sobre el DT Zielisnki. “Es un técnico de bajo perfil. Pero hace bromas, aunque el Bicho Flotta es más humorista. Nos llevamos bien”.
»El club de Alberdi. “Se trabaja tranquilo. Tiene una hinchada que está siempre. Nunca vi la cancha vacía, y de visitante, siempre están”.
»Twitter de su vida. “Todo arrancó porque había un Lucas Aveldaño trucho. Un día puso algo de Riquelme y me llamaron de todos lados. Ahí aclaré y me enganché, es una forma de estar cerca de la gente”.
»Tatuajes y música. “Me gustan mucho los Piojos. A Ciro Martínez lo sigo mucho. La idea eran tres tatuajes, pero tengo veintipico. Me gustan y fueron apareciendo”.
