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Zelarayán: Estoy tranquilo, porque estoy luchando por mi sueño

La Voz del Interior | 16/05/2013


Zelarrayán pudo jugar en Galleres pero finalmente terminó en Belgrano
Zelarrayán pudo jugar en Galleres pero finalmente terminó en Belgrano
Es una situación extraña la que vivió Lucas Zelarayán. Desde antes de debutar en la primera de Belgrano, todos en el ambiente futbolístico le auguraban un enorme futuro, basados en el talento que el juvenil enganche desarrollaba en las inferiores. Y así, en medio de muchas expectativas depositadas en él, “el Chino” debió hacerse un lugar en el plantel superior.

En el rato que jugó el pasado viernes contra Atlético de Rafaela, Zelarayán demostró que esos buenos augurios no eran exagerados. Y a partir de la seguridad que denota la contención que recibe de su entorno, el pibe sabe que debe ir de a poco, como hasta ahora.

Criado en barrio Residencial Oeste, Lucas nació hincha de Belgrano, ya que sus hermanos mayores eran piratas por la influencia de su tío “Bily”.

“Mi viejo se hizo de Belgrano por mí, pero siempre fue de Boca y Unión San Vicente. Mi tío hizo hinchas a mis hermanos y entonces yo nací con la camisetita de Belgrano puesta”, cuenta el chico de 20 años.

El quinto de los seis hijos de Carlos y Selva, les hizo el mejor regalo a sus hermanos: para sus cumpleaños, Javier, Gastón, Matías, Gisela y Marcos recibieron una camiseta de Belgrano cada uno. “Mi familia me apoya mucho y gracias a ellos hoy estoy donde estoy”, dice Lucas.

El Pirata y su familia son sus pasiones, y los lleva tatuados en la piel: en su antebrazo derecho, sus padres; en la espalda, una estrella en cuyas puntas están las iniciales de sus hermanos; y en la pantorrilla derecha, el escudo de Belgrano.

Pese a todo, Zelarayán bien pudo haber jugado en Buenos Aires o en Talleres... Es que luego de jugar en Universitario (era delantero y goleador), a los 12 años pasó a Atalaya, donde estuvo hasta los 15 e hizo pruebas en diferentes equipos. “A los 14 años había quedado en River, pero me quebré el peroné y no pude ir. Estaba con unos amigos en una plaza frente a mi casa y tuve esa desgracia, pero gracias a Dios me pude recuperar bien. Es más, si no hubiera tenido esa lesión quizás hoy estaría en Talleres”, recuerda.

Atalaya era conducido por el mismo grupo que gerenciaba la “T”. “Todos mis compañeros pasaron a Talleres y yo, como me lesioné, me quedé en Atalaya. Y al tiempito me vine a probar a Belgrano”, agregó.

Y tocó el cielo con las manos: “Estaba ‘chocho’. Imaginate que en las velitas de mis cumpleaños, siempre mi primer deseo era jugar en la primera de Belgrano. Y hoy estoy viviendo un sueño, lo disfruto al máximo. Todavía no caigo. El otro día jugaba en Alberdi y cuando se frenaba la pelota, miraba las tribunas y no podía creer dónde estaba”.

–Hoy ese sueño es realidad...

–Me siento muy bien y contento, sobre todo por el presente del club. Y por el mío, porque de a poco voy teniendo los minutos que quiero.

–¿Te gusta jugar por izquierda?

–Siempre jugué de enganche, pero desde que subí al plantel de primera, me empezaron a tirar a la izquierda porque hoy en día Belgrano no juega con enganche, y en esa posición voy a tener más chances.

Ayer Lucas jugó para la reserva, que en Santa Fe venció 2-1 a Unión. “Empecé jugando de volante por izquierda y después, de enganche. Me piden lo mismo que en primera, que encare cuando la tenga y que vuelva en la posición”, contó.

–¿Cómo tomás jugar en reserva?

–Me dijeron que como hacía mucho que no tenía 90 minutos de fútbol, era para que agarre ritmo.

–¿Cómo conviviste con las expectativas puestas en vos?

–Desde que se fue “el Mudo” (Vázquez) salió en el diario, empecé a sonar y todavía estaba en la cuarta de AFA, recién cerca de reserva. Yo lo viví tranquilo, sin dejarme llevar por eso. Tengo mi familia que me sabe llevar, que me aconseja y sabe que esto es duro, jugar en Primera no es de un día para otro. En este año y medio que llevo en el plantel he madurado mucho como persona y jugador. Mi familia, los referentes del plantel y los dirigentes me hablaron y siempre lo tomé con calma. Soy de una familia muy humilde, que ante todo me ensañaron humildad. Estoy tranquilo y le doy para adelante, porque estoy luchando por mi sueño.

–¿Quién es tu ídolo?

–Siempre fue Riquelme. Sin ser hincha de Boca, miro los partidos y lo veo sólo a él. Cuando fui al banco en la Bombonera, no lo podía creer. Lo miraba y miraba, porque estaba viendo a mi ídolo. Es un crack.

–¿En Belgrano, a quién mirabas?

–Matías Suárez es el que más me asombró porque apareció un día, era un flaquito, pero cuando la agarraba no se la podían sacar. La descocía. Me sorprendió siempre. Lo miraba mucho para aprender cosas de él. Y más acá lo veía al “Mudo” Vázquez, que también es crack.

–¿Qué soñás a futuro?

–Primero, quiero ganarme la titularidad y afianzarme porque quiero jugar. Después, mis sueños son jugar la Copa Sudamericana con Belgrano y salir campeón de algún torneo, que es lo que soñé toda mi vida.

 

El equipo. Ricardo Zielinski probó con Juan Martín de titular. Para visitar a Argentinos Juniors (lunes 18.10) iría con: Olave; Saravia, Lollo, Aveldaño y Quiroga (ayer jugó Rodríguez); Zapata, Farré, González y Velázquez; Márquez y Melano o Martín.

Reserva. Belgrano venció ayer 2-1 a Unión en Santa Fe, con goles de Giuliano Bardín y Tobías Figueroa.

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