Un grande, aunque a algunos les pese | Club Belgrano de Córdoba

Blandi cae sobre el cesped ante la marca de Lollo. (Foto: Olé)

En Belgrano hubo un “click”, un cambio de pensamiento, una diferencia de postura a la hora de encarar ciertos partidos.

Y, como dicen Los Redondos: “El futuro llegó hace rato”. Belgrano cambió, dejó de ser un club solamente grande por la pasión y la convocatoria de su gente. El “pirata” pasó a ser el “cuco” de los grandes, el equipo que te rompe el esquema, que no te deja jugar, que espera al primer parpadeo para asestar un golpe letal que te deje contra las cuerdas. Belgrano es otra cosa. Los rivales ya no cantan el clásico “vos sos de la B”, al contrario, son los “piratas” los que emprenden ese ácido canto que cala hondo en cualquier club que lucha por escapar a la “zona roja” de los promedios; situación que los de Alberdi sufrieron tanto en tiempos pasados.

En el partido de ayer, se evidenció esto que nombraba. Belgrano le planteó a un Boca necesitado un partido de igual a igual donde atacó cuando era necesario atacar y defendió su valla con coraje cuando el partido y la situación lo solicitaban. Jugando bien y demostrando por enésima vez que el “camino” elegido para obtener buenos resultados es el que mejor le sienta a este equipo. Lo pudo ganar en el final y se trajo de La Bombonera un punto de esos que en otras épocas merecían un festejo mayor, pero que hoy en día quedan en el olvido.

Se empató un partido de esos que en el Ajedrez llevarían más de tres horas de juego entre dos participantes que calculan cada movimiento y cada posición de forma milimétrica. En lo táctico, Belgrano lo ganó con creces como nos tiene acostumbrados. En lo futbolístico, le faltó ese chispazo final que tuvo, por ejemplo, frente a Quilmes en la fecha pasada.

Este optimismo generalizado que lleva a no valorar como se debe un empate en una de las canchas mas difíciles del país es, a mi forma de ver, un síntoma de este cambio. La decepción por no ganarle a Boca es porque el hincha sabe que a Boca, a River, a Racing o a cualquiera de los “pseudo-grandes” se les puede ganar tranquilamente. Antes, volverse a Córdoba con una derrota era motivo de aceptación por parte del hincha, hoy es motivo de resignación.

Si esto es bueno o malo no lo se. Solo se que hay que manejarse con cautela, valorar lo que está logrando el equipo y mirar cada partido como una historia aparte, con la ilusión de seguir viendo crecer aun mas a la “B”.

Sobre el final del partido, a Ricardo Zielinski le preguntan: “Ruso, ¿Cuándo vas a dirigir un club grande?”, “Ya estoy en un equipo grande, que esté en el Interior no significa nada” contestó el DT. Y es evidente que este es un club grande, aunque a algunos defensores del “fútbol centralizado” con la careta “Nacional y Popular” les pese.