Estos 11 jugadores son los titulares para jugarle a River, hoy en el Kempes
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Belgrano se conoce de memoria. Del equipo titular de mañana, cinco jugadores conocen las extrañas del club. El arquero Juanca Olave transitó más de la mitad de su carrera ahí. A Gastón Turus lo parieron y apareció por las inferiores y con Luciano Lollo pasó algo similar. Uno de los líderes, adentro y afuera de la cancha, es Guillermo Farré. El volante está en el club desde 2007, siempre a disposición. Cerquita de él juega Teté González, tipo del riñón pirata que aprendió afuera y volvió por amor. Allá arriba el Picante que desde 2009 hasta la fecha lleva 115 partidos, 36 goles y un ascenso.
Ellos son los cimientos. Aunque el capataz de la obra es el DT Ricardo Zielinski. Llegó al club en 2011. Debutó el 4 de febrero con un 1-1 ante San Martín (SJ). Desde entonces construyó una identidad de equipo y hoy, ante River, cumplirá su partido 83 para ser el técnico que más dirigió al club en AFA. A su lado está Rubén Flotta, DT alterno, quien fue número 2 de Ricardo Lavolpe en la selección de México. Un tipo de oficio.
Ascendió a Primera en 2011 al ganarle la Promoción a River. El envión anímico se apoyó en una idea de juego encuadrada en un 4-4-2. En el Apertura 2011 sumó 31 puntos, quedó cuarto y robó miradas. En el Clausura 2012 alcanzó 24 y pasó los 55 para sostener la categoría. Ni hablar del Torneo Inicial. Llegó a las 36 unidades, cifra histórica de equipos cordobeses en torneos cortos y se instaló en los ojos de Buenos Aires.
Para los que no lo saben, Belgrano es un lugar de revanchas personales. Capta lo mejor de jugadores que venían remándola y les saca provecho. Lucas Aveldaño quedó libre en Racing y vino a pelearla. Víctor Aquino no la embocaba en Newell’s y acá se lleva todo puesto. Además adquirió la garantía de orden y juego de Martín Zapata, ex All Boys, y todos esperan lo que Zapata supo ofertar.
Pero hay más: en sus filas cuenta con soldados leales. Juan Quiroga, Sergio Rodríguez más Pittinari, que están siempre listos. A eso se le suma un clasista que todavía no desparramó su mejor versión como el volante Jorge Velázquez.
No te deja pensar. Belgrano juega como vive. Con intensidad, sin escatimar esfuerzos. Sin fijarse quién está al frente. Aunque River tenga el peso de los picantes, el Celeste construyó su autoestima con resultados concretos: el año pasado no perdió con ninguno de los grandes. Y por más que ahora venga Ramón Díaz, en Alberdi todos miran hacia adentro.
“Nosotros miramos lo que tenemos que hacer como equipo. Ramón Díaz es un hombre importante, pero nosotros tenemos una idea de juego y en eso pensamos”, expresó Teté González. En la misma línea estuvo el Picante: “Es otro River con Ramón, pero estamos en igualdad de condiciones”.
La idea para lastimar a River es clara: cambio de frente a las espaldas de los volantes externos (Sánchez y Vangioni) y no dejar girar a Ponzio para cortar la primera jugada al medio. Después presionar y quedar mano a mano con la línea de tres en defensa de la visita.
Belgrano es la suma de las partes, la prioridad es el todo. Un equipo que reconoce sus limitaciones y se potencia por ello. Que sabe cuándo desobedecerle al partido y te arrebata sin pedirte permiso ni sentir culpa.
Cuando la tribuna Pirata brame, estarán avisándole a Ramón Díaz que si alguien se la agarra con algún jugador, saltará el resto. Porque esto es Belgrano. ¿Estamos?
Diga 36. Cifra histórica. Belgrano llegó a los 36 puntos en el Torneo Inicial y quedó tercero. Se ganó el respeto en el fútbol argentino.
edunanez
