Nicolás Ferreyra tiene 19 años y por primera vez integra el plantel de primera.
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Ferreyra se inició en Estudiantes de Río Cuarto. Llegó a Belgrano en 2010 para jugar en la 6ª categoría. Después estuvo ahí de integrar la delegación que a mitad del año pasado hizo la pretemporada previo al Torneo Inicial que terminó con 36 puntos.
El Ruso lo tenía fichado. Entrenó con el plantel seis meses y se ganó un lugar. Entre sus virtudes se destacan su estatura para ganar de cabeza y la firmeza a la hora de trabar. Pero nada de reventarla: se defiende con técnica para entregar con precisión al compañero.
Todos los que trabajan en las inferiores del pirata no dudan en calificarlo como una de las grandes apuesta que podría dar el semillero.
De hecho, Jorge Guyón, colaborador en inferiores, contó: “Es un pibe con buen futuro. Trabaja bien, tiene personalidad y es fuerte. Es alto, tiene presencia”, dijo el Jabalí que la tiene clarísima a la hora de ver jóvenes valores.
Lo cierto es que Ferreyra tiene un año y medio de estudio en arquitectura. Pero su sueño mayor es construir una fortaleza en la saga celeste. Sí, porque, pese a ser uno de los dos juveniles que debutan en integrar una pretemporada (el otro es el lateral Renzo Saravia), aparece como otra opción potable en la línea de cuatro que podría plantar el Ruso. Desde atrás, el pibe también quiere ganar oficio y pelear un lugar. Pero no se marea: sabe que delante suyo está Luciano Lollo, con varios partidos en Primera, pero la ilusión la tiene.
En las costas de Necochea, Nicolás Ferreyra dejará la vida. Y demostrará porque el Ruso hace tiempo lo tenía en carpeta.
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¡A correr!
Ayer por la siesta, tras 14 horas de viaje y una escala mediante, el plantel de Belgrano llegó al Hotel Ñikén. Anteriormente, cerca de las 6 de la mañana, en Capital Federal, se incorporó César Pereyra, al tiempo que Claudio Pérez de despidió de sus compañeros y se bajó del colectivo para hacerse la revisación médica e incorporarse a los trabajos de pretemporada en Boca.
Ya en Necochea, Ricardo Zielinski se sumó con el plantel y el resto del cuerpo técnico. Tras unas cuantas horas de descanso, en las que muchos jugadores aprovecharon para dormir una siesta, a las 19.30 largó la primer sesión de entrenamiento en la ciudad balnearia bajo las órdenes del profesor Alfonso Meoni. Por tratarse de los primeros movimientos, los futbolistas simplemente hicieron trotes livianos y luego algunas pasadas en velocidad en el Complejo Deportivo Poulsen.
A partir de mañana, arrancará lo más duro: jornadas de doble y hasta triple turno de trabajo todos los días.
Por ahora, el único amistoso confirmado en la costa es ante San Martín (SJ) el 16 en Tandil. La idea es jugar un amistoso más en Necochea.
