Chiqui Pérez se va a Boca. El mejor de los futuros lo espera con la azul y oro. Groso.
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Ayer, ese hombre llamado Claudio Daniel Pérez, defensor, también entró al último por la puerta del hotel Interplaza: sólo que desde ahora jugará en el Boca de Carlos Bianchi. Quizá aquellos no vieron que no era brutez, sino amor propio. Por algo el Virrey habrá puesto sus ojos en su manera de jugar y ya lo está esperando.
Fue una jornada movidita, intensa. Ayer, después de tantos rumores, se confirmó el pase del Chiqui al Xeneize. Las versiones aparecieron tiempo atrás. Boca lo tenía en una lista diagramada por Carlos Bianchi, aunque primero estaba el Cata Díaz y la tercera opción era él. Pasadas las 19, en Buenos Aires, la dirigencia de Belgrano, vía teléfono y su representante, Uriel Pérez, llegaban a un acuerdo con sus pares boquenses. Se estima que la negociación rondaría 1.300.000 dólares. De esta manera, deja el Pirata, aunque todavía tenía seis meses de contrato y hoy se sumará a las prácticas de Boca Juniors.
¿Por qué Belgrano lo deja ir? Porque tiene palabra. Armando Pérez, el presidente del club, había dicho que si aparecía algo concreto, no le iba a cortar la carrera. Hace casi un año, una oferta llegó desde México, pero el propio Chiqui, que había dado su palabra, decidió quedarse en Belgrano. Ambas partes sostuvieron el pacto y, si aparecía otra oferta, no se la iban a negar. Y llegó anoche, justo cuando el plantel se reunió en el hotel para salir a Necochea, donde realizará la pretemporada.
“Quiro comer”. Los jugadores fueron citados para cenar a las 20.30. Llegaban, se sacaban fotos y subían. Estaban todos. O casi. Porque cuando el profe Alfonso Meoni ya había ido al comedor, apareció el Chiqui, a las 20.50, con una sonrisa de niño que acaba de jugar un picado con Papá Noel y los Reyes Magos. “Quiero ir a comer, no sé nada”, dijo apenas lo abordó Día a Día. Pero ya era tarde. Desde la dirigencia pirata, en la voz del vicepresidente Abraham Rufail, la noticia estaba confirmada. Y Chiqui ya no pudo gambetearla.
“Estoy contento, feliz. Vamos a ver cómo sale, pero quiero estampar la firma”, dijo mientras esperaba el ascensor para comer con sus ahora ex compañeros. Sí, quería desviar el asunto, pero sus ojos decían otra cosa. “Todos buscamos mejorar nuestro laburo. Es un paso importante en mi carrera, algo que uno quería”, agregó el defensor que, con la camiseta celeste, jugó 70 partidos y marcó nueve goles: ocho de penal.
El ascensor demoró en llegar. En los 27 años del ex Tigre la alegría era indisimulable. Pero no se olvidó de los hinchas de Belgrano, que esperaron en la vereda de la calle San Jerónimo para sacarse unas fotos, quizá las últimas en tierras cordobesas por un tiempo. Y les dejó un mensaje: “A los hinchas les digo gracias, muchas gracias por todo. Gracias a Dios, la gente reconoció mi manera de jugar y no la voy a cambiar. Me llevo todo el apoyo de ellos”, agregó Chiqui, con 254 partidos en su carrera y 21 tantos.
Por personalidad. A la hora de explicar porqué Boca contrató al Chiqui, no quedan dudas. Su temperamento y su altura (1,88) fueron los atributos mirados. En esa línea habló Rubén Flotta, técnico alterno de Belgrano. “Se lo merecía, es un jugador que deja todo. Tiene mucha personalidad y no se asusta. Acordate, va a salir con el pecho inflado en la Bombonera. Tiene mucha personalidad”.
Aquel tipo de discurso simple jugó 16 de los 19 partidos en el Torneo Inicial y dejó su marca por Alberdi. Dispuesto a reventarse la cabeza contra la pared, entendió que, para dar el salto, más allá de talento, hay que jugar con el corazón.
Acaso, tenerlos bien puestos es una virtud que muchos, todavía, no tienen en cuenta.
La noche cayó en Córdoba y el ascensor se lo llevó para arriba. Al regalo de Reyes lo tenía en su valija y nadie sabe si dejó el pastito, el agua y sus botines en algún árbol de La Cañada.
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Unos pesos para la B, chances para varios
Pese a no ser el dueño del pase, por la venta de Claudio Pérez, que llegaría a Boca a cambio de 1.300.000 dólares, a Belgrano le ingresará una buena suma de dinero, por la rescisión de contrato, aunque señalan “no es tan buena plata”. Aunque oficialmente no trascendió el monto, se habla de una cifra millonaria.
Por su parte, el ex volante Pirata, Ribair Rodríguez, actualmente en el Siena de Italia y quien comparte representante con el defensor, está también en el radar de la entidad de la Ribera, el cual, por jugar la Copa Libertadores, puede realizar tres incorporaciones, a diferencia del resto de los equipos que tienen dos cupos.
En tanto, Armando Pérez nuevamente repitió ayer, como lo viene diciendo desde el momento mismo en el que despertó el rumor, que no traerán a ningún jugador para reforzar la salida del Chiqui. La idea es darle más lugar a chicos del club, como Luciano Lollo y la joven promesa Nicolás Ferreyra. También se abre una puerta para Sergio Rodríguez, que estuvo cerca de irse por tener poco lugar en el plantel.
Otro runrún que se desprende del traspaso de Pérez es la posibilidad de que Christián Chávez se sume a las filas del Celeste. Sin embargo, ante la negativa de Juan Román Riquelme de continuar jugando en el Xeneize, la versión perdió fuerza.
Algunas fuentes señalan, en caso de no llegar el Pochi, que Belgrano no vería con malos ojos la chance de incorporar un volante por derecha con características de armador.
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El Pirata se embarcó a la costa
Anoche, a las 22, tras cenar en el hotel Interplaza, el plantel de Belgrano emprendió viaje rumbo a Necochea, ciudad que cobijará hasta el próximo 18 de enero la parte más dura de la pretemporada celeste.
El hospedaje, como ya es una costumbre desde que Armando Pérez está al frente de la institución, será en el hotel Ñikén, mientras que los entrenamientos se llevarán a cabo en el Complejo Poulsen.
El cuerpo técnico tiene previsto que en la ciudad balnearia, en los últimos días de estadía, el equipo dispute al menos un par de amistosos. Los rivales tentativos son San Martín de San Juan y Aldosivi de Mar Del Plata.
Al regresar, los jugadores tendrán un día de descanso y, luego, largarán con la serie de partidos previstos bajo el marco de la Copa Córdoba (el 21 ante Talleres y el 25 contra Instituto, ambos en el Kempes)
En tanto, desde Buenos Aires se afirma que San Lorenzo tiene planeado disputar un encuentro con el Pirata el 28 de este mes, pero desde el club de Alberdi aducen que aún no recibieron ninguna propuesta al respecto y que, en caso de hacerlo, la declinarían. Es que en Belgrano consideran que ya tienen una apretada agenda de partidos estivales.
Los que viajan. Iban a ser 33 los jugadores que integraran la delegación, pero ante las bajas del Chiqui Pérez y de Parodi, el número se redujo a 31. A saber:
»Arqueros: Juan Carlos Olave, César Rigamonti, Guido Herrera y Juan Pablo Heredia.
»Defensores: Luciano Lollo, Gastón Turus, Sergio Rodríguez, Juan Leandro Quiroga, Lucas Elio Aveldaño, Nicolás Ferreyra, Renzo Saravia, Pablo Rudisi, Federico Álvarez y Joan Paul Ramos.
»Mediocampistas: César Mansanelli, Martín Zapata, Guillermo Farré, Esteban González, Lucas Pittinari, Gastón Álvarez Suárez, Jorge Velázquez, Lucas Zelarayán, Iván Etevenaux y Emiliano Rigoni.
»Delanteros: César Emanuel Pereyra, César Carranza, Victor Aquino, Giuliano Bardín, Fernando Márquez y Tobías Figueroa.
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Mundo Pirata
»SE FUE. Lucas Parodi fue cedido a préstamo a Cobresal de Chile. Directivos de Belgrano informaron que la transferencia es sin cargo y por seis meses. De esta manera, Luquitas será compañero de otro canterano de un equipo cordobés, el ex Instituto Diego Nadaya.
»VAN DIRECTO. César Pereyra, recientemente llegado de su luna de miel, y Ricardo Zielinski, que adujo cuestiones personales, se sumarán con el resto de la delegación directamente en Necochea. Serán los últimos en incorporarse.
»NO VA. El médico de Belgrano, José Luna, no estará presente los primeros días en la ciudad balnearia por encontrarse fracturado. El doctor, que se lesionó jugando al rugby durante las vacaciones, intentará viajar en la segunda semana de la pretemporada. Por esta razón, al mando del cuerpo médico quedará el doctor Sergio Luque.
