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El hito que le faltaba a Belgrano

La Voz del Interior | 08/10/2012


Belgrano armó su propia fiesta ante Boca en el Kempes
Belgrano armó su propia fiesta ante Boca en el Kempes
“Che, ojo con Belgrano”. Lo advierte un futbolero cualquiera, en una esquina cualquiera de la ciudad que quieran. “Che, ojo con Belgrano”, y ya no hace falta aclarar que es “de Córdoba”, porque no hay prócer que le haga sombra en el país donde el fútbol es religión.

“Che, ojo con Belgrano”. Tómelo o déjelo, pero la advertencia está. Un Boca en crisis tomó nota ayer, en el Kempes; como ya lo habían hecho River, Independiente, Racing, San Lorenzo...

Tiene 19 puntos el Pirata, en 10 partidos que jugó por el Inicial. Viene silbando bajito, haciendo lo imposible por pasar inadvertido. Pero claro, será difícil. El 3-1 a Boca generó conmoción automática, aunque ya nadie podrá hablar de “sorpresa”. En rigor, sorprendió la suficiencia futbolística con la que los cordobeses terminaron definiendo el pleito, mucho más que el resultado en sí.

Desde que Ricardo Zielinski se hizo cargo de un Belgrano maltrecho, lejos del lote de animadores de la B Nacional 2010/2011, su equipo no paró de sumar. Y lo hizo sin pedirle credenciales al rival de turno.

“Che, ojo con Belgrano”. Lo advierte un futbolero cualquiera, en una esquina cualquiera de la ciudad que quieran. “Che, ojo con Belgrano”, y ya no hace falta aclarar que es “de Córdoba”, porque no hay prócer que le haga sombra en el país donde el fútbol es religión.

“Che, ojo con Belgrano”. Tómelo o déjelo, pero la advertencia está. Un Boca en crisis tomó nota ayer, en el Kempes; como ya lo habían hecho River, Independiente, Racing, San Lorenzo...

Tiene 19 puntos el Pirata, en 10 partidos que jugó por el Inicial. Viene silbando bajito, haciendo lo imposible por pasar inadvertido. Pero claro, será difícil. El 3-1 a Boca generó conmoción automática, aunque ya nadie podrá hablar de “sorpresa”. En rigor, sorprendió la suficiencia futbolística con la que los cordobeses terminaron definiendo el pleito, mucho más que el resultado en sí.

Desde que Ricardo Zielinski se hizo cargo de un Belgrano maltrecho, lejos del lote de animadores de la B Nacional 2010/2011, su equipo no paró de sumar. Y lo hizo sin pedirle credenciales al rival de turno.

 

El 23 de junio del año pasado le ganó 2-0 a River en el Gigante de Alberdi y, tres días después, empató 1-1 con el mismo rival en el Monumental, propiciando el ascenso propio y el descenso del Millonario. El impacto trascendió fronteras, derribó prejuicios y hasta generó cambios reglamentarios. Pero “el Ruso” y los suyos recién empezaban. Lo mejor estaba por venir.

El primero de los grandes que mordió el polvo ante la “B” fue San Lorenzo. Fue 1-0 en el Nuevo Gasómetro, en septiembre de 2011, por la quinta fecha del Apertura. Por la sexta, Belgrano repitió el festejo ante Independiente, al que derrotó 2-0 en el Kempes. Y, por la 16ª, lo padecería Racing (3-2 en el Cilindro).

Belgrano repetiría éxitos ante River (2-1 a domicilio, en el regreso a Primera de los de la banda) y ante los archirrivales de Avellaneda (2-0 al Rojo por la Copa Argentina y 1-0 a Racing, con nueve hombres, por la sexta del presente Torneo Inicial); pero nunca, hasta ayer, había podido con Boca, con el que registraba dos empates (0-0 en la Bombonera por el Apertura 2011 y 1-1 en el ex Chateau por el Clausura 2012).

Vení, bailá conmigo

Limitado como todos, pero sólido como muy pocos, Belgrano sabía que la oportunidad era propicia. Algunas disidencias internas entre el DT y sus jugadores habían hecho eclosión en Boca y lo mostraban como un rival particularmente vulnerable. Y el Pirata no dejó pasar la chance, aunque prácticamente salió perdiendo del vestuario (el gol de Silva fue a los tres minutos) y tuvo que sobreponerse.

Los goles de Sergio Rodríguez, Víctor Aquino (su inclusión desde el inicio fue un acierto del DT) y, otra vez, Guillermo Farré, dieron vuelta el marcador.

Y eso que pudieron ser más. Incluso, en algunos tramos del complemento, el toqueteo de Belgrano fue acompañado por el “ole, ole” que bajó de las tribunas, desagraviando a un equipo al que, más de una vez, se le pidió que jugara “lindo”, además de jugar “bien”.

El receso, por la fecha de eliminatorias que se viene, quizá le venga bien al propósito de los celestes, que quieren seguir pasando inadvertidos. Mientras tanto, el rumor será inevitable: “Che, ojo con Belgrano”.

 

 

 

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COMENTARIOS

Usuario: Anonimo
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Usuario Registrado sebapiraton - 89.0.0.7...
atroden boquita
08/10/2012 22:20

 
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