|
|
|
El equipo de Ricardo Zielinski es uno de los conjuntos más ordenados de la categoría (al nivel de Boca y Vélez) y con sus armas neutralizó a un rival que manejó mejor la pelota, que la trató con más criterio, pero lejos de Olave y que en el balance de chances de frente al arco terminó por debajo del local.
Cuesta tanto hacer un gol en el fútbol argentino, que cuando se consigue esa mínima diferencia, el saberlo cuidar puede inclinar la balanza entre ganar o perder un partido. Puede que parezca simplista, pero es así como juega hoy el conjunto de Alberdi: con orden y con sacrificio, algo que no todos los equipos pueden exhibir.
Anoche la gente se fue festejando un triunfo complicado, porque el rival toqueteó la pelota mejor que el Celeste, movió el balón de un costado a otro y hasta tuvo un par de oportunidades para marcar.
Pero el hincha sabe que los dirigidos por “el Ruso” no los van a defraudar y que el aguante, el meter todos y el no desordenarse son clave para llegar al objetivo de sumar. Marcar y cuidar son las llaves del éxito en un fútbol mezquino como el que vivimos y Belgrano las sabe usar a las dos.
Entonces, con su trabajo silencioso el equipo de Alberdi se acomoda en la categoría y persigue de cerca su objetivo de la permanencia, mirando de reojo otros logros que se empiezan a colocar al alcance de la mano.
“Antes o después es lo mismo. Lo importante es conseguir los puntos que necesitamos para lograr la permanencia, que es nuestro principal objetivo”, son las palabras del entrenador, que no exagera las victorias y no pierde su calma.
La gente colmó el Gigante para ver a “sus muchachos” ante un encumbrado rival, alentó de principio a fin, hizo fuerza cuando el equipo aguantó y desató su locura en el final, cantándole a la primavera su alegría de ser Pirata y cordobés.
Florecer en septiembre
Después del ascenso ante River y de dejar al fútbol de cabeza, Belgrano comenzó a transitar el Apertura de Primera. Con la mente puesta en sumar 50 puntos, el equipo metió una seguidilla de tres victorias, el 2, 11 y 16 de septiembre ante San Lorenzo (1-0), Independiente (2-0) y San Martín en San Juan (1-0).
Tuvo que pasar un año para que otra vez el mes del amor fuese el tiempo del reverdecer del Pirata, porque al igual que el año pasado, metió tres al hilo el 9, 16 y 21 de septiembre. Esta vez ante Racing (1-0), Arsenal (2-0) y Godoy Cruz (1-0).
Mismo mes, misma seguidilla de victorias e iguales resultados en la mini racha. Un tramo del torneo que muestra al Celeste muy bien en la tabla, porque cuando el fixture se conoció, pocos apostaban con llegar a la octava fecha con 15 puntos cosechados.
No es poco lo conseguido por Belgrano a esta altura, pero no es ni casual ni fortuito, es producto genuino de un trabajo que se hace con conciencia y esfuerzo desde todos los sectores.
La primavera llegó, pero hoy es patrimonio de los hinchas de Belgrano en el mundo del fútbol. Porque ellos anoche le cantaron a sus colores y le mostraron su incondicional amor al equipo que tantas veces les hizo llorar y tantas otras festejar.
Se afirma Belgrano en Primera a fuerza de buenos resultados, apuntalado en su manera de jugar ordenada y con cada cual sabiendo su libreto. Y de la mano de la permanencia, comienza a soñar con algo más que ser un equipo de Primera: ser una realidad entre los de Primera.
Olave, una de las claves. Las actuaciones que viene teniendo Juan Carlos Olave hacen que Belgrano esté tranquilo a la hora de atacar, ya que el arquero muestra solidez. Y, ante Godoy Cruz, no fue la excepción. Con este partido en cero, Olave suma 292 minutos sin recibir goles.
Triunfos. Al igual que en septiembre de 2011, el Pirata sumó su tercera victoria al hilo. En 2011 fue ante San Lorenzo (V), Independiente (L) y San Martín (V). Ahora, Racing, Arsenal y Godoy Cruz.
Lo hizo “Chiqui”. El gol de Pérez ante Godoy Cruz, además de permitir el tercer triunfo en fila, significó el gol 1.600 de Belgrano en la AFA. “Chiqui” consiguió así un histórico tanto para el Celeste.
