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Todos en el grupo comparten que el equipo está para sumar los puntos que le permitan escaparle al descenso, como objetivo preponderante. Lo que venga después, aseguran, será un “plus” del que recién se hablará cuando llegue el momento.
“El Chiqui” no dudó en calificar a River y San Lorenzo como “rivales directos”. Es que, aunque son dos de los grandes, la realidad de “millonarios” y “cuervos” los ubica, a priori, entre los que van a jugar por la permanencia, lo mismo que Independiente.
¿Y a Belgrano? ¿Dónde lo ubica su realidad? El equipo se paró sin complejos en sus dos primeras presentaciones y demostró que, a diferencia del torneo pasado, no depende sólo del contragolpe y está en condiciones de presionar con la pelota.
Ricardo Zielinski se muestra cauteloso y no parece del todo convencido cuando se le apunta que dispone de una plantilla con más variantes que la temporada anterior. Sin embargo, está claro que, al menos en materia ofensiva, hay recambio y, sobre todo, “mejor pie”.
“Se nos fueron jugadores importantes, pero los que llegaron y los pibes vienen sumando. Tenemos buen recambio y una sana competencia interna”, acotó César Rigamonti, quien volverá al banco ante Colón, después de haber suplido a Juan Carlos Olave, suspendido, ante San Lorenzo.
Un alivio rápido
El arranque fue positivo para la “B”, aunque el campeonato todavía no se armó. De todos modos, la lucha de abajo puede darle al Pirata un rápido alivio si los resultados lo siguen acompañando al mismo tiempo que sus “rivales directos” pierden terreno.
Por ejemplo, Unión y San Martín de San Juan no sumaron en las dos primeras fechas y la diferencia que los separa de Belgrano se amplió a 9 y 11 puntos, respectivamente (era de 5 y 7 al término de la temporada anterior). Con Atlético de Rafaela, que también ascendió en 2011, la diferencia es de 7 unidades (era de 4), aunque la Crema tiene un partido menos (hoy recibe a Arsenal).
Si consigue ese alivio prematuro, no sería descabellado para el equipo del “Ruso” pensar en otra cosa (aunque al DT le moleste hasta la sugerencia), teniendo en cuenta la paridad imperante en un fútbol sin “cucos”, aunque la tabla anual, que se tiene en cuenta para la clasificación a las copas, le dará pocas chances en 2012, ya que la cosecha del último Clausura (24 puntos) es una base pobre.
“Todos los partidos son finales porque queremos consolidarnos en Primera. Tenemos claro para qué jugamos, pero hay que ser inteligentes. No todos los partidos se van a poder ganar y a eso hay que saber manejarlo”, sentenció Rigamonti. Tiene razón.
Belgrano debe sumar sin complejos para cumplir con el objetivo central y, una vez consumado, animarse a ver qué pasa.
