“Chiqui” Pérez celebra a brazos abiertos la merecida victoria de Belgrano. El defensor jugó y dejó en claro que para él, no hay “amistosos”. Así juega el Celeste.
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“El fútbol es ilógico”. Frase que se repite desde hace años y habitualmente nos regala confirmaciones. En el “clásico de la amistad” lejos estuvo de ser así. Belgrano fue lógico.
El “Pirata” tiene mejor plantel que Talleres, por ende mejores jugadores. Es un equipo consolidado, la mayoría hace varias temporadas que juegan juntos. Tienen una idea de juego, que puede gustar o no, pero idea afianzada en sí. Posee un delantero juvenil con una gran proyección como Lucas Melano. Y además, si, juega en dos divisiones superiores a la “T”. Como contrapartida, sólo considerar que Arnaldo Sialle, técnico albiazul, puso en cancha un equipo totalmente nuevo.
“Los clásicos se ganan. No importa cómo. No hay otra historia, se ganan”.
Ricardo Zielinski
Y en ese contexto, los dirigidos por Ricardo Zielinski manejaron el partido desde el instante que Saúl Laverni pitó el inicio, hasta que éste lo dio por finalizado. Belgrano fue superior y ganó merecidamente. Firme en el fondo con Claudio “Chiqui” Pérez de capitán. Sólido en el mediocampo con la despedida en gran nivel de Ribair Rodríguez (lo va a extrañar); y desequilibrante en ofensiva con el pibe Melano. Además, atento con César Rigamonti cuando lo exigieron; y certero en el manejo del balón con los ingresos de Martín Zapata y César Carranza.
En un partido escaso de brillantez y técnica, los celestes mostraron parte de su mejor versión. Con ese ¿”poquito”? le bastó para ganarle el trámite del juego y, por ende, el clásico. “Fue un partido parejo, pero estuvo bien que ganáramos nosotros porque fuimos superiores en el trámite”. Breve, sincera, simple, y muy acertada la evaluación del “Ruso” Zielinski al término del juego. Ganó Belgrano, un equipo que siempre mantiene su idea; y que ante la “T” no quiso saber nada de ilógica.
