Pérez y Zielinski, una relación que nació hace varios años
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La mirada extrañada de los colaboradores de Pérez y hasta la resistencia de algunos de ellos no se hizo esperar. “El Ruso” dirigía un equipo que caía de categoría y Pérez lo quería en el Pirata para buscar el ascenso a Primera. “Nos hizo un gran planteo y eso me gusta” habría dicho Pérez en la intimidad de su círculo más cercano.
Fue la primera vez que por Alberdi se pensó en “el Ruso”, pero no era del agrado de todos y no se decidió por él para lo que vendría, aunque el presidente del club nunca sepultó del todo ese apellido polaco.
En aquellos tiempos, mayo de 2008, el celeste tenía en el banco a Roberto Carlos Mario Gómez, pero ya el empresario pensaba en los cambios que más adelante se darían y que serían clave en el futuro del celeste.
Después de su confesión de gusto, Pérez no tuvo consenso y vio como el rubio entrenador se marchaba a Chacarita para jugar la temporada de la B Nacional 2008/09 con el funebrero.
El tiempo pasó y el Pirata fue probando con varios DT sin conseguir en ellos lo que buscó. Los resultados deportivos no fueron los esperados y el buzo quedó vacante en el final de cada temporada y a veces antes.
Cuando Chacarita llegó a Primera en junio de 2009 de la mano de Zielinski, el actual presidente de Belgrano se reunió con sus colaboradores y tras hablar de varios temas les recordó que alguna vez lo tuvo en sus planes y pareció que su idea volvía a recuperar fuerzas, pero no pasó nada y el técnico, luego de un puñado de partidos con “Chaca” en Primera, se alejó del tricolor de San Martín.
“Daba el perfil que yo quería y tuve que esperar hasta fines del 2010 para poderlo contratar. Hablé con mucha gente y todos me dieron buenas referencias del él. Sabía que es trabajador, que es honesto y que es frontal. Y eso a mí me parece clave, porque es la síntesis de una buena persona” aseguró Pérez, cuando se refirió a lo que le seducía del actual DT de la “B”.
Lejos de las carpetas que trajeron a Julio Zamora por allá por el 2005, o de la contratación de Omar Labruna que por apellido podía “prestigiar” al club, Armando Pérez decidió solito el inició las conversaciones con algunos conocidos del Ruso y lo fue a buscar a fines de 2010, cuando el entrenador conducía a Patronato de Paraná y Luis Sosa le anunciaba su paso al costado al frente del equipo principal.
“Le pregunté a todos y todos hablaban bien de él. Entonces no dudé y cuando Luis Sosa me dijo que se alejaría del equipo de Primera busqué una reunión y lo convencí que viniera a dirigir a Belgrano”, agrega Armando Pérez.
Por su parte, Zielinski asegura que “a Armando lo conocía del fútbol y hablamos una vez cuando yo estaba en Patronato. En esa época me había salido una posibilidad de irme al exterior y justo llegó su oferta. Antes de eso sólo nos habríamos cruzado en algún lugar y fueron saludos casuales nada más”.
Pero en diciembre de 2010 todo cambió y la vida de Belgrano y de Zielinski tendrían un giro imprevisto para ambos, porque la historia los recordará en forma conjunta como los que consiguieron el ascenso del Pirata en el Monumental.
“Un amigo nos acercó. Charlamos, nos pusimos de acuerdo y listo”, sintetiza el Ruso. Eduardo “Pipo” Palomar es quien le facilitó a Pérez el número telefónico de Zielinski y el que abrió las puertas a una contratación que será recordada por siempre en Alberdi y gran parte del mundo futbolístico.
“El Ruso”, un tipo sencillo al que le cuesta entregar una sonrisa, pero que es frontal y con buena onda, como dicen en Alberdi, es también quien no tiene exigencias extrañas y que es apreciado y respetado por todos los sectores del club. Es hoy el DT de Belgrano, elegido y contratado por Armando Pérez sin consultar “a nadie”, pero con resultados que han quedado en la historia de todos.
UnPirataenQuilmes
