Era difícil recuperarse del mazazo en Bahía Blanca, pero Belgrano lo hizo. Frente a un adversario tan ungido como el Celeste, logró sacar adelante un partido –en los papeles “chivo”- en donde hartamente justificó esa diferencia final, que pudo ser más ancha.

Unión de Santa Fe fue muy limitado y jamás se le cayó una idea para sorprender a Belgrano, ya que estando arriba en el marcador le entregó la pelota al rival que nunca supo qué hacer.

El juego asociado perdido, tras la partida de Franco Vázquez, apareció en los pies de aquellos que tienen el pie para hacer algo distinto como Matías Giménez, Lucas Parodi (por momentos) y César Pereyra. El ex Tigre y Boca se adueñó de su carril, y cuando encontró espacios se dio el lujo de comandar acciones de peligro. El pibe de Villa Allende tenía un partido en donde alternaba buenas y malas pero metió un golazo y se soltó. Y lo del “Picante” volvió a ser determinante, por su entrega, su corazón y su habilidad para desparramar cuanto adversario se le ponga en frente.

 

 

 

A la hora de la recuperación, Esteban González jugó el mejor partido desde su vuelta pues estuvo en todos lados y se hizo amo y señor del mediocampo. Párrafo aparte para Guillermo Farré, tan útil como indispensable en el andamiaje. Empezó de segundo volante central, y después jugó en los dos carriles con gran acierto. Detrás de ellos, Luciano Lollo pareció no padecer la falta de continuidad ya que se impuso siempre sobre sus marcas.

Y Andrés Silvera, al que se le piden goles, inquietó con su movilidad, tuvo una muy clara y hasta se tiró al piso para ayudar.

En el fondo, Juan Carlos Olave no tuvo inconvenientes, en los laterales mejor Juan Quiroga que Gastón Turus y la única desentonación fue la del uruguayo Alejandro Lembo, lento en los cruces y sin noción del tiempo a la hora de ir a la pelota en disputa.

El equilibrio es le base constante de un equipo y si Belgrano mantiene medianamente lo que demostró el último viernes en Alberdi ante el “Tatengue”, quizá llegar a los 50 puntos antes de tiempo no se le haga cuesta arriba.

Cuatro puntos en tres partidos, logró ganar en la 3ª fecha del certamen y sigue mirando a todos los que pelean abajo, bien arriba.

Ahora se viene otro partido trascendente: ante el Newell’s de Gerardo Martino, al que enfrentó no hace mucho de manera amistosa en el Coloso del Parque (perdió 2-1).

 

35 puntos ostenta entre los dos torneos. Le faltan tres para ya tener, de mínima, un promedio de 1,000 y apenas 15 para los 50 con 48 unidades en disputa.