por elchepirata » Mar Sep 23, 2014 2:02 pm
La carta del hincha de Belgrano
que quiere volver a Alberdi
Mundo D
Antigua toma de agua del Suquía alto para el
riego del declive; fuente de las acequias que
bajaban mojando apenas las huertas de la
quinta Santa Ana. Vieja toma de agua
custodiada por dóciles comechingones que
¡ladinos! la usaban sin permiso, y con sonrisa
pícara y alargando sin fin la sílaba de los graves
fueron dando forma propia y canto y tonada al
castellano recién aprendido para justificar su
hurto ante el encomendero y para encarar,
enfrentar y enamorar a las negras esclavas unas
leguas más abajo , allá en el Abrojal. Cuna de
taitas y cantores, describe el tango a un barrio
cualquiera pero parece que te estuvieran
nombrando a vos y nada más que a vos, antiguo
rancherío que brotó en derredor de la toma de
agua del Suquía alto, y por eso te bautizaron
"Pueblito de la Toma".
Posta de comerciantes y mineros donde daban
su descanso a las bestias de carga tras
jornadas interminables cargando bloques de
caliza desde las caleras del oeste, o previo la
travesía a las montañas misteriosas con formas
de gigantes donde nace el Yuspe, o -más
audaces y ambiciosos, arreando las mulas tan
requeridas en el norte y en el mismísimo Potosí-
desde esa posta partía la tropilla buscando el
Camino Real. Por eso también algunos te
apodaron "La Posta".
Pero fue el autor de "Las Bases" tu epónimo y
hoy su patronímico es más tuyo que de aquel
jurista egregio que diseñó la ley de leyes. Y en
tus confines, barrio Alberdi, una pluma hábil y
rebelde garabateó un manifiesto en nombre de
"la juventud argentina de Córdoba a los hombres
libres de Sud América" y les advirtió allá en el
18' que "La rebeldía estalla ahora en Córdoba y
es violenta, porque aquí los tiranos se han
ensoberbecido" y fue tu geografía, medio siglo
antes de Sierra Maestra, el primer territorio libre
en un continente sometido. Y tus pensiones y
tus calles fueron trinchera de obreros hartos y
en pie de lucha, y cuando el Gringo, el Negro y
el Elpidio replegaban a los nuestros porque el
Cordobazo estaba hecho, vos ni te enteraste,
barrio Alberdi, y desde los techos de tus
casonas, como en la invasiones inglesas, se
seguía resistiendo y todo vos fuiste barricada
inexpugnable para fusiles y botas que no
pudieron hollarte en aquel 69', barrio Alberdi.
Porque tus veredas y tus plazas son numen de
poetas y cantores , como tu luna (que no es la
tucumana de Yupanqui ni la suburbana del
tango, sino una más modesta pero más cercana
lunita tuya, lunita de Alberdi) la que inspiró al
Chango y la hizo tu himno, y tu chimenea de
malta y de cebada que no sé si el progreso mas
sí se que la avaricia y el mal gusto voltearon
inmisericordes. Y porque de tu vientre nació el
preferido de toda Córdoba y su celeste más
celeste que el cielo que te alumbra le dio el color
a tu rostro y a tu alma y allí eligió por siempre
jamás instalar un hogar que ya no alcanza para
albergar corazón tan grande y tan lleno de
voces que se multiplican y se agrandan... Habrá
que apretujarse hombro con hombro si ese solar
que alberga a tu hijo predilecto nos va quedando
chico, habrá que hacerle una piecita al fondo
como hacen las familias que crecen para que
siga siendo albergue de todos y ninguno la
abandone. Habrá que resignar comodidades que
no son nuestras, que son frías y grises y que
encima quedan lejos, para volver a sentir el calor
que infunde el abrazo cercano que entra desde la
Hualfin, desde Orgaz y Rioja o que vieneg5
surcando los tiempos desde 1905, se hizo
aliento en el 68' y se instaló a espaldas de la
cervecería para toda la eternidad.
Por la historia, por lo que fuiste y lo que podés
seguir siendo, los que en vos crecimos y los que
en tu seno tienen depositado el cuore, por los
indios de la Toma, por los carreros de la Posta,
por la lunita cautiva, porque en vos brilló la
Chacha, por la Reforma y por el Cordobazo que
estallaron en tus pasajes, por el canto que
resuena de negros desaforados que gritan goles
y juran con música y rimas feas el amor eterno
y sincero a tu hijo preferido y porque también en
noches calmas -si detenés tu andar, aguzás el
oído y prestás un chiquito de atención- quizás
escuchés el deja vú de mi llanto lastimero a la
vuelta de Banfield allá por el 87', porque Alberdi
es pertenencia, es identidad y es la casa de uno,
el solar común de todos, es nuestro lugar en el
mundo... VOLVAMOS A ALBERDI, BELGRANO
QUERIDO.
"Alberdi va a ser nuestro jugador numero 12 junto con nuestra hinchada"
Olave