kris-Misiones escribió:No sé, en este mundo tan pedorro se puede creer cualqier cosa, hasta nuestra sombra nos caga la vida sin darnos cuenta, y de los yankis no se puede esperar mucho. 60% CREO 40% NO. El primer dia ya me parecio MUY RARO que ellos eran los primeros que estaban MUY instalados en haiti ayudando. Pero bueno.. cada uno con su ideologia.. el tiempo lo determinara.
Ojos bien abiertos, muy bien.
EEUU no necesitó provocar un terremoto para destruir Haití, su política imperialista apoyada por los paises que integran la ONU y la Minustah son suficientes.
Haití es el país más pobre del continente.
El
80% de la población vive
bajo la línea de pobreza y no tiene trabajo, desde muchos años atrás de este terremoto.
Ha sido sometido por los más poderosos países de Europa y EEUU al atraso y la dependencia económica.
En junio pasado la deuda externa contraída principalmente con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) llegaba a los 1.884 millones de dólares. Eso por ahora, que aún no se ha iniciado el gigantesco negocio de la reconstrucción, sobre el que ya disputan las potencias imperialistas.
La miseria afecta a la enorme mayoría de sus 9 millones de habitantes. Antes del terremoto la expectativa de vida era de 52 años,
la mortalidad infantil de 77‰, mientras el 50% vivía con menos de un dólar y el 75% con menos de dos dólares diarios.El atraso y la dependencia marcan una economía centrada en las remesas que envían los haitianos que huyeron hacia el exterior y en donde el 55% de los productos alimenticios para el consumo básico deben ser importados.
Sólo una minoría de burgueses locales, socios menores de las multinacionales, vive en el lujo, encerrada en sus barrios privados que cuentan ahora con vigilancia militar internacional y sus empresas vigiladas por policías que disparan a la cabeza de jovenes y niños que pasen por el lugar o legitimamente intentan hacerse de algo sobrevivir.
La injerencia norteamericana sobre Haití ha sido permanente. Puede remontarse hasta los inicios mismos de la vida independiente de ese país, cuando EEUU brindó su apoyo a Francia en su lucha contra la independencia haitiana (1791-1804) y en sus intentos de restaurar el dominio de Napoleón Bonaparte. Desde entonces los norteamericanos impusieron sanciones económicas faustuosas junto a Francia, ocuparon y gobernaron directamente Haití entre 1915 y 1934, manipularon los distintos gobiernos estableciendo las dictaduras de los Duvalier primero, entre 1957 y 1986, y luego democracias que fueron manejadas a discreción por los EEUU, quienes se encargaron de sacar y poner presidentes, derrocarlos, llevárselos del país y volver a ponerlos en función de sus necesidades.
En este curso, los EEUU volvieron a la intervención directa por la vía militar en 2004, desplegando tropas y sacando ellos mismos del país al presidente haitiano en lo que llamaron la operación “mañana seguro”. Cientos de haitianos fueron asesinados entonces por las tropas estadounidenses.
Esta injerencia militar norteamericana sobre Haití se dio en el marco de la ampliación del guerrerismo post 2001 que viene teniendo como centro la invasión y ocupación militar de Irak y Afganistán. Pero en su escalada internacional, los EEUU pronto se vieron desbordados por la magnitud que adquirió la resistencia antimperialista en Medio Oriente y decidieron el envío masivo de tropas hacia Irak y Afganistan, movilizando hacia allá numerosos contingentes militares apostados en distintos lugares del mundo. Ante esa situación los EEUU organizaron su reemplazo en Haití, dejando la ocupación a cargo de la ONU. Para ello, junto a numerosos estados del mundo, también los latinoamericanos han dado su buena cuota de militares, policías y demás fuerzas de ocupación. Allí, como parte de la
Minustah, vienen sosteniendo efectivos los gobiernos de Lula (Brasil), Tabaré (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Bachelet (Chile), Funes (El Salvador), Lugo (Paraguay), A. García (Perú), Uribe (Colombia), y, por supuesto, Cristina Fernández.
Desde 2004 esta fuerza conjunta entrena y dirige a las fuerzas de seguridad locales y garantiza ella misma la ocupación militar sobre Haití, que se ha cobrado
centenares de muertos, además de las infinitas denuncias por violaciones, torturas y demás que estas mal llamadas “tropas de paz” tienen allí y a lo largo del mundo. Tras una elección controlada por la ONU en 2006 asumió un nuevo presidente, pero manteniendo hasta ahora la ocupación militar.
El 21 de enero el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, reunidos en Washington habían pedido "pasar de la ayuda de emergencia a la reconstrucción". Como si los problemas sanitarios y alimenticios estuvieran resueltos.
Posteriormente, en la reunión de la ONU por la reconstrucción de Haití que se realizó el lunes 26 en Montreal, Canadá, se informó que la tarea llevará unos “10 años de duro trabajo” y que contratarán 10.000 haitianos por un salario de hambre de 5 dólares diarios para llevarla a cabo. Cabe señalar que de la reunión participaron el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo, quienes ni siquiera han condonado la deuda externa haitiana, que en las últimas décadas
aumentó 40 veces (de 40 a 1600 millones de dólares) por seguir los planes económicos digitados por ellos mismos.
El gobierno de Obama está llevando adelante una cínica campaña “humanitaria” consistente en el envío de
13.000 soldados, una flota de guerra y cientos de helicópteros con la excusa de “prevenir” desmanes y “asegurar” la entrega de alimentos y medicinas. En realidad, el objetivo es reprimir a la población desesperada y garantizar la continuidad de los negocios de la burguesía local y las multinacionales instaladas sobre todo en la frontera con República Dominicana donde sus trabajadores son semiesclavos, prácticamente sin derechos laborales ni sindicales.
Poco y nada dicen los medios que se encargan de cubrir la "tragedia" del pueblo haitiano, sobre lo que podría haber hecho Haití frente a un terremoto si no fuera la nación pobre que le han obligado a ser, sometida por los EEUU y ocupada por sus pequeños socios como Argentina. Los miles de hombres que se hubieran salvado si allí hubiera hospitales, médicos, rutas, aeropuertos; si allí hubiera planificación social y previsión de los acontecimientos. Pocos recuerdan, por ejemplo, que ante un mismo fenómeno natural como los huracanes que azotan a todo el caribe, en los últimos años vienen muriendo 260 haitianos por cada fallecido que hay en la isla de Cuba, que aunque tiene pocos recursos, se preocupa por su pueblo y planifica la reacción ante los golpes de la naturaleza.
En cambio apelan a la contribución de la gente común que sabiendo que en su pais hay niños que mueren por la misma pobreza o por la misma represión, por desconocimiento termina siendo en cierto grado legitimadora de la invasión a la soberanía de un país y de la matanza de miles de pobres tras las balas de los ejércitos.
Luego de leer esto, no creo que haga falta apelar a ninguna teoría ni creer en terremotos provocados para al menos respetar a quienes conocemos de cerca a los enemigos de todos los paises sometidos a la eterna pobreza.
Las leyes son hechas por los ricos para poner un poco de orden a la explotación./Los pobres son los únicos cumplidores de leyes de la historia./Cuando los pobres hagan las leyes ya no habrá ricos. -Roque Dalton-