lucho_cab escribió:Jaja! Muy loca esta nota.
Buen Mensaje.
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=516040El lenguaje oculto de las banderas
Luis Heredia
De nuestra Redacción
lheredia@lavozdelinterior.com.arLas banderas que la barra brava de River colgó en el Estadio Monumental el domingo pasado fustigando con dureza e ironía a los jugadores, ocuparon buena parte del debate futbolero de la semana, especialmente en lo que hace a las motivaciones que llevaron a colocarlas. ¿Es simplemente el bajo umbral de frustración de los hinchas o algo mucho más complejo y misterioso se esconde detrás de estas leyendas?
El Diablo metió la cola. La cuestión no es simple y en la AFA lo saben. Por algo fue creado el Departamento de Seguimiento de Banderas, Trapos y Pancartas en el Fútbol Argentino, luego de que grupos religiosos advirtieran que ciertas leyendas colgadas en los estadios, leídas al revés contenían mensajes satánicos. "Fuimos advertidos de que a través de las pancartas que manos anónimas colgaban en los estadios, se incitaba subliminalmente a seguir al Demonio".
La denuncia se dirigía concretamente a una que aparecía en la cancha de Independiente, que leída al revés decía ‘Triunfa en la vida. Lucifer te garantiza el éxito personal. Absoluta reserva. El infierno está encantador’, recuerda el director del Departamento, el licenciado Antonio Banderas (homónimo del célebre actor y con quien asegura tener un lejano parentesco).
Después se descubrió que estas telas eran colocadas por el sujeto que aparecía en el campo de juego vestido de diablo cada vez que Independiente jugaba de local, y que según se pudo confirmar lejos de ser una persona disfrazada era el mismísimo demonio. "Le dijimos que se sacara la máscara y no lo pudo hacer. Primero dijo que le habían hecho un trasplante de rostro y había quedado así. Después le preguntamos por qué tenía aliento a azufre y se defendió diciendo que acababa de comerse una bagna cauda. Finalmente, cuando le dijimos que bebiera de un bidón con agua bendita, se quebró y terminó confesando que era el mismísimo Satanás", recordó Banderas.
Chau mascotas. Esta circunstancia fue la que llevó a la AFA a prohibir el ingreso al campo de juego de personas ajenas a los aspectos más estrictos del juego. "Si bien la medida alcanza a todas las mascotas, en realidad estaba dirigida a impedir que el Diablo siguiera ingresando a las canchas. Se trata de un personaje con pésima imagen y muy resistido por la Iglesia", aseguró el dirigente.
Pero siguiendo con las pancartas, el especialista aseguró que se deben monitorear constantemente los trapos que se cuelgan en las canchas, porque a través de sus leyendas son muy comunes los mensajes subliminales que promueven el suicidio ("Rojo, si jugaras en el cielo moriría por verte"), la enfermedad ("Amo a la Lepra"), el consumo de sustancias prohibidas ("Soy adicto a tu locura", "Me cargas las venas de pasión" o "Mi vicio es amarte"), el desenfreno sexual ("Bicho, mi pasión incontenible") o la destrucción de la familia ("Mi vieja me dio la vida y el Albo la alegría").
Quién escondió a los hinchas. Pero otra cuestión que preocupa a la Secretaría de Banderas es la reaparición de las grandes banderas en las cabeceras de los estadios. Esos banderones de dimensiones colosales fueron en su momento prohibidos debido a las denuncias de que varios hinchas de diversos equipos desaparecieron luego de que fueran extendidos sobre sus cabezas.
Luego de silenciosa pero eficiente investigación, se concluyó que varias de esas gigantescas banderas habían sido elaboradas por un mago retirado de la actividad que utilizó en la confección algunos trozos de telas mágicas que usaba en sus trucos.
La pesquisa determinó que Los hinchas que quedaban debajo de esos retazos cuando el paño se extendía desaparecían y pasaban a otra dimensión. En total, la AFA tenía contabilizados a por lo menos 15 simpatizantes desmaterializados.
Ante la inminencia de una denuncia por mala praxis, el mago (cuyo nombre se mantiene en reserva), se comprometió a traerlos de nuevo y hasta el momento han aparecido 14 (se materializan en las canchas, en el mismo lugar en el que estaban cuando se desintegraron).
Sólo está faltando un hincha de Chicago que, según los cálculos del mago, volvería a corporizarse en el partido contra galleres de Remedios de Escalada. Una vez más quedó en evidencia que la magia del fútbol, por fortuna, no se extinguirá jamás.
