benjamin_2323 escribió:gaggerocab escribió:benjamin_2323 escribió:Parecen rosarinos algunos
Qué buen aporte. En esa ciudad se respira la pasión del fútbol. Títulos nacionales e internacionales. Estadios abarrotados de HINCHAS todos los partidos, sin excepción. Dos equipos antagónicos. Ganar o Morir. El vecino de enfrente te quiere quitar lo que es tuyo, lo que te pertenece.Veredas opuestas. Vecinas que no se dirigen la palabra, no sólo una calle las separa. Hasta los no futboleros toman partido. Familias enteras defendiendo un solo color, no hay lugar para traiciones ni tibiezas. Ahí va, ahí va.
jajjaja
No digo que la rivalidad de los lastragatos no haya sido importante pero...
Restale a Cba la diferencia con Rosario de km de distancia respecto a BsAs. Ponele a Cba el puerto que en 1880 ya era el primer exportador de cereales, agregale a los clubes de Córdoba los años jugados en Afa que tienen los comecats. Sumale la diferencia de organización desde la propia fundación de los clubes (sobre todo comparandonos con Central). El boom poblacional de Rosario fue anterior al nuestro y de hecho ellos tienen un crecimiento sostenido en el tiempo. Para la época que Belgrano y Central Córdoba (las plumas) empezaban a competir fuerte en la liga local ellos tenían una ciudad con 400 mil personas y con muchas más industrias y MUCHA INMIGRACIÓN (entre ellos los ingleses), mientras que Córdoba no llegaba a la mitad. El aumento nuestro viene con las décadas del 40 y el 50, con la radicación de industrias y el peronismo (paradójicamente). Y eso sin ponernos a tantear la diferencia en las dirigencias y el desarrollo de los clubes por décadas.
Y todas estas diferencias no las aprovecharon no pudiendo jugar un clásico porque sus dirigentes son josé barrita. La rivalidad y la pasión es una cosa, otra es ser un cara de v... Me gusta más el clásico cordobés y no lo veo menos pasional.
Estimado pirata correligionario, comprendo su amable y certera descripción de datos históricos y socioculturales que intentan justificar la importancia del clásico de la "Chicago Argentina" (los que peinan canas como yo, sabrán entender), pero no suscribo en su totalidad. Es cierto que la ciudad de donde son nativos los devoradores de felinos se desarrolló industrialmente antes que Córdoba y que la cercanía con Buenos Aires y el hecho de ser una urbe portuaria influyeron para que se convirtiera, desde principios del siglo XX, en la segunda metrópoli del país. Ello significó que los porteños hijos de una gran puta los invitaran a participar en los campeonatos de AFA desde 1940.
La cuestión es que los masticacats aprovecharon esa oportunidad e hicieron del fobal una pasión extrema, al límite de todo raciocinio, rayano en la furia, paralelo a la locura y cercano a la psicopatía. Unos borders. Ahí va, ahí va. Asi debe ser, todo hombre de bien debe vivir este noble y viril deporte como tal. Nada de tibiezas, ese es mi lema.
Ahora, la pregunta que subyace y flota en el aire es: que nos pasó a nosotros, los cordobeses? Si bien los rosarinos tirapiedras partieron con una ventaja histórica y política, Córdoba se desarrolló lo suficiente cono para superarlos en los más diversos ámbitos. La Docta es, indudablemente, hoy por hoy la segunda ciudad de Argentina. Cada vez que apoyo la cabeza en la almohada me pregunto: porque pudimos superarlos en casi todo y menos en la pasión futbolera? Que estamos haciendo mal? Cómo es que pudimos revertir casi todas las desventajas y fallamos en lo importante?