Yo lo que no entiendo, o más bien no comparto, es los parámetros que se están usando para determinar el cómo debería jugar BELGRANO, el deber ser, el punto de comparación.
Ya usé esta analogía en otras oportunidades pero me parece un buen momento para recuperarla: cuando el
Ruso llegó a BELGRANO, se encontró con una casa en vías de derrumbe. Le dieron un fratacho, un par de bolsas de porlan y algunos ladrillos viejos y se las arregló para ir construyendo una casa firme, con buenos cimientos, paredes sin humedad y techos sin filtraciones. No hizo una casa hermosa, pero sí una en la que se podía vivir de manera más que decente. Una casa de barrio, una casa de Alberdi.
Pero llegó el momento en que creímos que esa casa era insuficiente, y entonces pensamos en que se podía mejorar. Y sí, siempre se puede mejorar, el tema es el cómo. Pasamos de un arquitecto experimentado como
Zielinski o uno recién egresado como
Teté González que capaz se había sacado las mejores notas en la Facultad pero en su puta vida había visto un dintel de cerca, entonces pensó que se podía construir una casa de dos pisos sobre la que ya estaba, pero no había encadenados que lo sostuvieran, se agrietó toda; llamamos al arquitecto experimentado
Madelón pero no pudo tampoco revertir la cosa y después llegó uno más o menos nuevo pero con algo de experiencia,
Méndez, que al menos frenó el proceso y logró que la casa no se derrumbara del todo.
Ahora
Lavallén está recién empezando y hay que darle tiempo, pero pareciera que tiene la calma del tipo que, en medio de la desesperación del que cree que la casa se le está yendo a pique, dice: "tranquilos, no se va a caer, pero tampoco desesperen, esto va a llevar tiempo, porque si lo hacemos rápido, ahí sí que se derrumba".
No sé si se entiende demasiado, pero creo que la comparación de este BELGRANO inevitablemente la tenemos que hacer con el último BELGRANO, no con el BELGRANO que nosotros soñamos que sea... Cuando logremos la solidez que se logró en aquel BELGRANO del
Ruso que nos hizo olvidar la calculadora, ahí sí volvamos a pensar en el "salto" de calidad, intentando aprender de la mala experiencia 2016, pero ahora las urgencias están por arriba.
Y con respecto al último BELGRANO, el del torneo pasado, estamos muuuuy por encima, quizás no tanto en juego, pero sí a partir de encontrar señales mínimas que nos marcan un camino de recuperación. Insisto: si queremos resultados de los mejores, rápidos, es lo que intentamos con
Teté y así nos fue. Hay que ir despacio, y hoy el camino es de reconstrucción, no de embellecimiento. Lo olvidamos a cada momento, pero éste es un equipo totalmente nuevo; de los once titulares, sólo había cuatro que estaban en el torneo pasado, no es fácil amalgamar eso.
El año pasado perdíamos con todos y no le generábamos peligro a nadie. Hoy nos sigue costando generar peligro pero al menos somos unos de los equipos menos goleados del torneo (si no fuera por el partido con Boca, el mejor en ese rubro). No es para bailar como si nos hubiéramos tomado un fernet a pecho, pero sí para mirar hacia atrás y sentir que un poquito mejor que hace algunos meses estamos.
Sdos.
P.D: una vergüenza que nadie haya hecho las proclamaciones y loas que el momento necesitaba para Che Pirata, otro artífice de este triunfo