raulo escribió:Miralo por este lado: Belgrano hoy es como un paciente en terapia intensiva. Un tipo que esta peleando entre la vida y la muerte no puede quejarse porque esta cansado del pure de calabaza o porque la cama es incomoda. Tiene que valorar el hecho de que esta vivo. Una vez afuera, tiene evitar las cosas que lo pusieron en terapia intensiva y aprovechar y disfrutar de aquellas otras que estando internado no podia hacer. Asi veo hoy yo a belgrano. En terapia intensiva con un medico que no le interesa si la pasa bien en el hospital, lo unico que le interesa es que se salve.
Esta metáfora sí que me gustó. Es muy adecuada.
Coincido plenamente con Raulo. Está perfecto que muchos estén disconformes con las medidas que toma AP. A mí también hay muchas que me hacen reputearlo de arriba a abajo, como el último incremento de los abonos. Pero la realidad es que tenemos todo el derecho del mundo a putear, pero Pérez no tiene ninguna obligación de escucharnos.
Rescato eso que dijo sobre que esto no es una democracia: es así, a Pérez no lo elegimos nosotros sino que fue un "mal" (en el sentido de que el club por unos años dejó ser un club para ser una SA) necesario para que el club siga existiendo, y cuya única función es pagarle cada tanto un canon al Juez, terminar de cancelar la deuda y mantener las instalaciones. Todo lo demás, es accesorio.
Lamentablemente podemos enojarnos, pero ahora nadie nos va a escuchar, porque no tienen porqué hacerlo. Cuando tengamos un presidente elegido por nuestro voto, va a ser diferente. Si queremos protestar, la única medida posible y que puede generar efecto, es no ir a la cancha. Nada más.
Para trazar otra metáfora, esto es como ir a la carnicería y quejarse porque los precios subieron, pero igual pagarlos, porque "no puedo dejar de comer carne". No es que "no podés", "no querés", porque comer carne te hace bien, te alimenta, te gusta, te da placer. Pero tranquilamente podrías comer verduras e igual seguir viviendo. Con Belgrano nos pasa lo mismo. Nos quejamos de que los precios están caros, pero los pagamos, porque Belgrano es como una necesidad, un alimento del alma que necesitamos. Pero no es que no podamos vivir sin ir a la cancha, poder podemos, pero no queremos, porque Belgrano nos alimenta, nos gusta, nos da placer. Los dueños de los frigoríficos no nos van a dar ni cinco de pelotas si nos quejamos por mail de que la carne está cara. Sólo se van a dar cuenta del reclamo si no compramos y facturan menos. Con Pérez sucede exactamente lo mismo.
Creo que a todo esto apunta Raulo, no en contra de los que esperan un Belgrano más grande, TODOS QUEREMOS UN BELGRANO MÁS GRANDE, sólo que lamentablemente por ahora no tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacerlo.
Sdos.